domingo, abril 28, 2019

ESTOY ENVEJECIENDO


A medida que envejezco descubro nuevas formas de servir a DIOS.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
ESTOY ENVEJECIENDO
El Aposento Alto
**Leer Salmos 92:5-15 (RVC)

SALMO 92:14 “Aun en su vejez darán frutos y
se mantendrán sanos y vigorosos”

Estoy envejeciendo. Lo veo en mi rostro y lo siento en los huesos. Mi cuerpo ya no responde como antes, mis reflejos son más lentos y tengo más dolores. Pero a medida que envejezco, puedo ver que he ganado entendimiento y una fuerza nueva.
La Biblia dice que «las canas son una digna corona...» (Proverbios 16:3, DHH). Todavía puedo trabajar para el Señor. En realidad, tengo más tiempo que cuando era más joven para leer y meditar en las Escrituras, orar y escuchar la voz de DIOS. Aunque mi audición ya no es la misma, hay un sentir más afinado a la voz de DIOS. Mi mente no está tan aguda, pero cada vez más me siento más agradecida por las bendiciones de DIOS. Reacciono con más lentitud, pero soy lista para depender de DIOS. Mi vista no es perfecta, pero percibo más que nunca la grandeza de DIOS. Estoy aprendiendo que con la edad viene la madurez espiritual.
Siempre debemos estar atentos a las bendiciones de DIOS. Cada etapa de nuestra vida tiene su propósito. DIOS no nos descarta en nuestra vejez cuando la fuerza nos falla. DIOS utiliza a todo 
Su pueblo para trabajar en el reino.
OREMOS: Poderoso DIOS, gracias por permitirnos trabajar para Tu reino en todas las etapas de la vida. En Tu nombre, amén.
Sra. Jenny Calvert (Texas, EE.UU.)
**Leer Salmos 92:5-15 (RVC)
Muy grandes son tus obras, Señor, y muy profundos tus pensamientos. La gente necia no lo sabe; la gente insensata no lo entiende: si los impíos brotan como la hierba, y todos los inicuos prosperan, es para ser destruidos para siempre. ¡Pero tú, Señor, por siempre estás en las alturas! Bien puedo ver, Señor, a tus enemigos; bien puedo ver que tus enemigos perecerán, ¡que todos los malvados serán esparcidos!
10 Pero tú me darás las fuerzas del búfalo, y me ungirás con aceite fresco. 11 Mis ojos verán la derrota de mis enemigos; ¡mis oídos oirán los gritos de angustia de mis adversarios!
12 Los justos florecerán como las palmeras; crecerán como los cedros del Líbano. 13 Serán plantados en la casa del Señor, y florecerán en los atrios de nuestro Dios. 14 Aun en su vejez darán frutos y se mantendrán sanos y vigorosos 15 para anunciar que el Señor es mi fortaleza, y que él es recto y en él no hay injusticia.
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