lunes, marzo 19, 2018

REVELADO PARA SER SANADO


Jesús nos toma como somos y nos convierte en lo que deberíamos ser.
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
REVELADO PARA SER SANADO
Nuestro Pan Diario
**Leer Salmo 25:1-11
SALMO 25:4 “Muéstrame, oh Señor, tus caminos;
enséñame tus sendas.”
Cuando era chico, observaba a mi padre arar campos que nunca habían sido cultivados. En la primera pasada, aparecían piedras grandes, que él acarreaba. Este proceso seguía una y otra vez para romper bien el terreno. En cada ocasión, aparecían piedras más pequeñas, que él arrojaba a un costado. Se requerían muchas pasadas para preparar bien el campo.
El crecimiento en la gracia puede ser un proceso similar. Al principio, cuando creemos en Cristo, pueden aparecer algunos pecados «grandes». Luego, con los años, cuando la Palabra de DIOS penetra y llega a nuestro ser más profundo, el Espíritu Santo saca a la superficie otros pecados. Cosas que antes considerábamos «pecaditos» —ofensas pequeñas y aparentemente insignificantes— prueban ser actitudes y acciones feas y destructivas: orgullo, autoconmiseración, quejas, mezquindad, prejuicio, rencor, autoindulgencia.
DIOS revela cada pecado para poder desecharlo y sanarnos. Aunque duele, es bueno para el alma, porque ÉL «enseñará a los pecadores el camino. Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera» (Salmo 25:8-9). Entonces, podremos orar como David: «Por amor de tu nombre, oh Señor, perdonarás también mi pecado, que es grande» (v. 11).
Jesús nos toma como somos y
nos convierte en lo que deberíamos ser.
OREMOS: SEÑOR, gracias por haberme perdonado tanto.
En Tu Santo Nombre, amén.
**Leer Salmo 25:1-11 (RV95)
A ti, Jehová, levantaré mi alma. DIOS mío, en ti confío; no sea yo avergonzado. ¡No se alegren de mí mis enemigos! Ciertamente, no será confundido ninguno de cuantos esperan en ti; serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
Muéstrame, Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad y enséñame, porque tú eres el DIOS de mi salvación; en ti he esperado todo el día.
Acuérdate, Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, que son perpetuas. De los pecados de mi juventud y de mis rebeliones no te acuerdes. Conforme a tu misericordia acuérdate, Jehová, de mí, por tu bondad.
Bueno y recto es Jehová; por tanto, él enseñará a los pecadores el camino. Encaminará a los humildes en la justicia y enseñará a los mansos su carrera. Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad para los que guardan su pacto y sus testimonios.
Por amor de tu nombre, Jehová, perdonarás también mi pecado, que es grande.

Si quieres opinar y/o dejarnos un comentario, visita nuestra página web en la siguiente dirección:


No hay comentarios.: