sábado, enero 10, 2015

LA ALFOMBRA ROJA

DIOS hace todo por nosotros…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria    
LA ALFOMBRA ROJA
1a CORINTIOS 1:26-29 “Hermanos, consideren su propio llamamiento: No muchos de ustedes son sabios, según criterios meramente humanos; ni son muchos los poderosos ni muchos los de noble cuna. Pero DIOS escogió lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios, y escogió lo débil del mundo para avergonzar a los poderosos.  También escogió DIOS lo más bajo y despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que es, a fin de que en su presencia nadie pueda jactarse.”
“La fama es imposible de entender. Es imposible ir de un lado a otro caminando sobre una alfombra roja donde hay gente que te pide autógrafos a cada paso, y poder entender las razones”. La actriz Renée Zellweger pronunció esas palabras muy poco tiempo después de ser premiada con el globo de oro por su interpretación en “Persiguiendo a Betty”. Cuando comenzó en el mundo del cine, todos le dijeron que tenía que cambiar su apellido por razones de marketing, ya que con el que tenía “no iba a llegar a ningún lado”. Ella no quiso, porque quería ser ella misma y demostró que eso era lo que tenía que hacer.
Fama, poder, apariencia… Dice un proverbio danés que la adulación es como nuestra sombra, no nos hace ni más grandes ni más pequeños, simplemente refleja lo que somos. Aún así, muchos viven buscando esa fama, ese poder, y la ostentación de una apariencia que les haga sobresalir por encima de los demás. La gente se fija en las apariencias, DIOS se fija en el corazón… DIOS escoge a los débiles, a los despreciados, a los que aparentemente no tienen valor.
DIOS es el DIOS de los débiles, DIOS ama a aquellos que casi todos desprecian. El mundo es de los vencedores, pero DIOS ama a aquellos que no han tenido ninguna oportunidad, a los olvidados y marginados. Muchos viven queriendo ser números uno permanentemente, y ese es el único sentimiento que da significado a su existencia. Quizás no piensan ser el número uno en las listas de éxitos, pero sí en su trabajo, su posición social, su carrera… Grave error. 
Si puedes llegar al número uno, bien, pero eso no debe ser el sentido de tu vida. DIOS nos ha hecho a cada uno de nosotros únicos y especiales, no tenemos necesidad de demostrar nada. Para DIOS sí que somos los números uno, porque ÉL nos ama por completo a cada uno de nosotros.
Si buscamos nuestro significado como personas en cualquier otra cosa, vamos a tener problemas. Si mi ida tiene sentido sólo cuando los demás aprecian lo que hago, voy a tener problemas. Si solamente encuentro felicidad en lo más alto de la “escalera”, mi existencia vale muy poco.  
Sin embargo, si nuestra vida descansa en el amor del Creador, el pasado, el presente y el futuro son nuestros amigos. Luchamos sí, pero no para dejar a otros por debajo nuestro, sino para hacerlos felices, mientras nosotros lo somos también. Porque no tenemos dudas en cuanto a sentirnos seguros, tranquilos, apreciados y queridos, DIOS hace todo eso por nosotros… y lo hace muy bien, mejor que nadie.
ORACIÓN: Padre Nuestro, reconocemos que Tú eres la Luz que ilumina nuestro camino y nos conduces a la verdad completa. Ayúdanos a valorar a todas las personas y a descubrir en ellas su dignidad y su aporte en la construcción de un mundo mejor. Ayúdanos a desprendernos de las capas que aparentemente nos brindan seguridad, pero que en el fondo nos esclavizan. Que vivamos verdaderamente libres para amar, para servir y para seguir Tu camino de salvación. Tú sabes de nuestros problemas y limitaciones, Tú sabes de nuestros anhelos y proyectos, por eso los ponemos en Tus manos para  que todo se vaya desarrollando según el Plan que Tú tienes para nosotros. Señor transforma con la fuerza de Tu Espíritu, nuestro llanto en júbilo, nuestro luto en traje de fiesta, nuestra tristeza en gozo y dale  plenitud a nuestras alegrías, según tu voluntad. En Cristo Jesus. Amén.



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