Solo DIOS
puede suplir nuestras necesidades más profundas y satisfacer nuestra alma.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
CORRER HACIA
LA FORTALEZA
Nuestro Pan Diario
**Leer 1 Corintios 6:12-20 (DHH)
1 CORINTIOS 6:20 “porque DIOS los ha comprado. Por eso deben honrar a DIOS
en el cuerpo.” (DHH)
«¡DEFENSA
CUARTA!»
Cuando comencé
a practicar esgrima en la escuela secundaria, mi entrenador solía indicar con
un grito la posición defensiva correcta frente al movimiento que él hacía.
Cuando extendía su arma para la estocada, yo tenía que escuchar y responder de
inmediato para contrarrestar el ataque.
Esta atención
activa me trae a la mente la obediencia inmediata que exige la Escritura en el
tema de la tentación sexual. En 1 Corintios 6:18, Pablo les escribe a los
creyentes tentados a buscar prostitutas del templo pagano: «Huyan, pues, de la prostitución». A veces,
debemos estar «firmes» en circunstancias
desafiantes: “Cristo nos dio libertad
para que seamos libres. Por lo tanto, manténganse ustedes firmes en esa
libertad y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud.” (Gálatas 5:1);
“Protéjanse con toda la armadura que DIOS
les ha dado, para que puedan estar firmes contra los engaños del diablo.” (Efesios
6:11), pero aquí, la Biblia prácticamente nos grita nuestra mejor defensa: ¡HUYAN!
Actuar de
inmediato evita que capitulemos. Los pequeños compromisos pueden terminar en
derrotas devastadoras. Un pensamiento licencioso, una mirada en el sitio
equivocado de Internet, un coqueteo cuando ya estás casado; todos son pasos que
nos llevan adonde no deberíamos ir y nos alejan de DIOS.
Cuando
huimos de la tentación, DIOS nos da un lugar hacia donde correr. La sangre de
Jesús derramada en la cruz nos ofrece perdón, esperanza y un nuevo comienzo.
Cuando acudimos a ÉL en nuestra debilidad, nos libera para vivir con su fortaleza.
OREMOS:
SEÑOR, me entrego a Tí en obediencia.
En Tu
Santo Nombre, amén.
**Leer 1
Corintios 6:12-20 (DHH)
La libertad no
es para que pequemos
Se
dice: «Yo soy libre de hacer lo que quiera.» Es cierto, pero no todo conviene.
Sí, yo soy libre de hacer lo que quiera, pero no debo dejar que nada me domine.
También se dice: «La comida es para el estómago, y el estómago para la comida.»
Es cierto, pero DIOS va a terminar con las dos cosas. En cambio, el cuerpo no
es para la prostitución sino para el SEÑOR, y el SEÑOR es para el cuerpo. Y así
como DIOS resucitó al SEÑOR, también nos va a resucitar a nosotros por su
poder.
¿Acaso
no saben ustedes que su cuerpo es parte del cuerpo de Cristo? ¿Y habré de tomar
yo esa parte del cuerpo de Cristo y hacerla parte del cuerpo de una prostituta?
¡Claro que no! ¿No saben ustedes que cuando un hombre se une con una
prostituta, se hacen los dos un solo cuerpo? Pues la Escritura dice: «Los dos
serán como una sola persona.» Pero cuando alguien se une al SEÑOR, se hace
espiritualmente uno con él.
Huyan,
pues, de la prostitución. Cualquier otro pecado que una persona comete, no
afecta a su cuerpo; pero el que se entrega a la prostitución, peca contra su
propio cuerpo. ¿No saben ustedes que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que
DIOS les ha dado, y que el Espíritu Santo vive en ustedes? Ustedes no son sus
propios dueños, porque DIOS los ha comprado. Por eso deben honrar a DIOS en el
cuerpo.
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