La consagración es una actitud que busca
agradar al SEÑOR.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA
DISCIPLINA Y LA CONSAGRACIÓN
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1a TIMOTEO 4:7-10 “Pero no hagas caso de cuentos mundanos y
tontos. Ejercítate en la piedad; pues aunque el ejercicio físico sirve para
algo, la piedad es útil para todo, porque tiene promesas de vida para el
presente y para el futuro. Esto es muy cierto, y todos deben creerlo. Por eso mismo trabajamos y
luchamos, porque hemos puesto nuestra esperanza en
el Dios viviente, que es el Salvador de todos,
especialmente de los que creen.”
Aunque muchas
personas anhelan ser disciplinadas, luchan por lograrlo. Vemos esta virtud
promovida por profesionales de la salud que nos exhortan a hacer ejercicio con
regularidad, ingerir alimentos saludables y dormir lo suficiente. El mundo
empresarial dicta seminarios para ayudarnos a establecer metas y trabajar para
lograrlas, y los asesores financieros nos aconsejan controlar los gastos.
Piensa en
todas las ventajas de la disciplina personal: nos impulsa y nos llena de
satisfacción, nos ayuda a sentirnos menos estresados y a mejorar nuestra salud.
Sin embargo, el apóstol Pablo afirma que “el
ejercicio corporal para poco es provechoso”, porque es solo para esta
vida. Lo que el apóstol encuentra mucho más valioso es la disciplina que
conduce a la consagración, “pues tiene promesa de
esta vida presente, y de la venidera” (1a Timoteo 4:8).
La
consagración es una actitud que busca agradar al SEÑOR. Está de acuerdo con las
enseñanzas de CRISTO, y fluye del conocimiento de la verdad como está revelada
en la Biblia. Por tanto, debemos saber lo que DIOS ha dicho, lo que desea, y lo
que espera de nosotros en relación a nuestro carácter y conducta.
La disciplina espiritual requiere
que hagamos de la lectura, el estudio y la meditación en las Sagradas
Escrituras una prioridad. Significa negarnos a satisfacer los deseos e impulsos
pecaminosos, en obediencia al Señor. El resultado será una vida transformada a
semejanza de CRISTO, una conciencia limpia y un espíritu gozoso y pacífico. En
realidad, los beneficios se extienden aún más.
Esta vida terrenal es un simple
respiro en el tiempo, pero la consagración a DIOS nos acompaña al cielo y nos
conduce a la recompensa eterna de haber vivido para CRISTO.
OREMOS: DIOS Eterno, DIOS de Amor. Ayúdame para que sea una persona
disciplinada que busca su consagración dejando de lado mi yo personal. Quiero
agradarte de corazón
y que este anhelo reine en mi hogar.
Te lo pido en el nombre de nuestro SEÑOR JESUCRISTO, amén.
Te
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