¿Cómo
puedo mostrar compasión a los hijos de DIOS?
Comparte
esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
UN PADRE COMPASIVO
El Aposento Alto
**Leer Salmos 103:1-14 (DHH)
SALMO 103:13 “El Señor es, con los que lo honran, tan tierno como un PADRE con sus
hijos” (DHH)
Cuando tenía siete años, mi PADRE compró
una bicicleta y me llevó a un parque para enseñarme cómo correr la bicicleta.
Al principio, hice algunos metros, perdí el equilibrio y caí. Papá corría
detrás de mí, con la mano sostenía el asiento, y me decía: «No te preocupes, yo te apoyo. Sigue pedaleando».
Finalmente, me soltó, pero seguía alentándome para que me sintiese seguro.
Mucho más que un PADRE aquí en la tierra, DIOS, nuestro PADRE Celestial,
cuida de nosotros. DIOS sabe que muchas veces somos como niños que están
aprendiendo algo nuevo, haciendo nuestro mejor esfuerzo, pero continuamos
cayendo. Pero nuestro PADRE Compasivo corre detrás de nosotros, alentándonos y
diciendo: «Sigue, sigue; yo te apoyo».
JESÚS conocía mejor que nadie la naturaleza de las cualidades de Su
PADRE. Sabía que DIOS estaba siempre a Su lado, desde el desierto donde fue
tentado por Satanás hasta el Getsemaní donde oró para que se aliviase Su
sufrimiento. JESÚS nos muestra que nuestro PADRE nos ama y cuida más allá de lo
que podamos imaginar.
OREMOS: PADRE Celestial, gracias por Tu gran compasión, que nos mantiene
avanzando en la fe. En el amor de Cristo, amén.
Sr. Tony Roberts (Indiana, EE.UU.)
**Leer Salmos
103:1-14 (DHH)
Bendeciré al Señor con
toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre. Bendeciré al Señor con
toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas
mis maldades, quien sana todas mis enfermedades, quien libra mi vida del
sepulcro, quien me colma de amor y ternura, quien me satisface con todo lo
mejor y me rejuvenece como un águila.
El Señor juzga con
verdadera justicia a los que sufren violencia. Dio a conocer sus caminos y sus
hechos a Moisés y al pueblo de Israel. El Señor es tierno y compasivo; es
paciente y todo amor. No nos reprende en todo tiempo ni su rencor es eterno; no
nos ha dado el pago que merecen nuestras maldades y pecados; tan inmenso es su
amor por los que lo honran como inmenso es el cielo sobre la tierra. Nuestros
pecados ha alejado de nosotros, como ha alejado del oriente el occidente. El
Señor es, con los que lo honran, tan tierno como un PADRE con sus hijos; pues
él sabe de qué estamos hechos: sabe bien que somos polvo.
Te invito a visitar nuestra
página web en la siguiente dirección:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario