El Señor quiere que cada persona se haga
responsable por sus propias acciones.
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meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
¿QUIÉN TUVO LA CULPA ?
GÉNESIS 3:11-13 "— ¿Y quién te ha dicho
que estás desnudo?
—le preguntó DIOS—. ¿Acaso has comido del fruto
del árbol
que yo te prohibí comer? -
Él respondió:— La mujer que me diste por
compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.
Entonces DIOS el Señor le preguntó a la
mujer: —¿Qué es lo que has hecho?- —La serpiente me engañó, y comí —contestó
ella."
El antiguo hábito de culpar a otros por
nuestras faltas, fue usado por primera vez en el huerto del Edén. Cuando DIOS
confrontó a Adán y a Eva por su desobediencia, éllos comenzaron a culpase entre
sí. El SEÑOR no prestó atención a este débil intento de parecer inocentes ante
SUS ojos, pues conocía la verdad, y es por éso que los disciplinó de acuerdo a
lo que habían hecho.
Concentrémonos en analizar las acciones de la
primera mujer creada. Eva culpó a la serpiente por haberla puesto en la
posición de escoger entre obedecer la voluntad de DIOS o satisfacer sus propios
deseos. Pero la realidad es que la serpiente no tenía el poder para hacerla
menos fuerte o sabia. Élla conocía perfectamente las consecuencias de comer de
este fruto de la sabiduría; sin embargo, escogió hacerlo de todas maneras.
Las palabras de la serpiente tentaron a Eva,
pues su naturaleza humana le incitó hacia lo que se le había prohibido; pero no
podemos afirmar que Satanás tuvo la culpa de que élla pecara.
DIOS responsabilizó a Eva por sus acciones y
élla tuvo que pagar por su desobediencia. Es evidente que esta mujer perdió
mucho al tomar esta decisión, y de nada le sirvió tratar de culpar a otros.
Tristemente, aún en nuestros días, muchos
tratan de participar de este mismo juego de “tirarle la
pelota a otro”. Algunos lo hacen para ocultar sus fracasos y otros para
evitar las consecuencias de sus acciones.
Hay muchos que hasta se sienten mejor al culpar
a otros
por sus errores. Pero sabemos que nada de ésto
puede darnos
la misma satisfacción que sentimos
cuando obedecemos a nuestro PADRE CELESTIAL.
El SEÑOR quiere que cada persona se haga
responsable por sus propias acciones. Cuando uno es tentado, el caer en esa
tentación, es pecado. Nadie puede obligarnos a pecar, es por éso que debemos
hacernos responsables por lo que hacemos.
OREMOS: PADRE nuestro, DIOS de amor. Perdóname
cuando cometo algo negativo y le echo la culpa a otros. Ayúdame a vencer a la
tentación. Gracias SEÑOR por las muestras de TU amor.
En el amor de CRISTO JESÚS, amén.
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