DIOS puede
ser una constante fuente de luz en mi vida.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
QUE
BRILLE LA LUZ
El Aposento
Alto
MIQUEAS 7:8 “…aunque
ahora viva yo en tinieblas,
el Señor es mi
luz.”
Ahora que me he retirado, anticipo mis visitas a un
parque cercano para caminar en el bosque. Muchas veces, mientras camino puedo
ver la luz del sol filtrarse entre los árboles y como brilla sobre mí. Y hago
una pausa para orar: «SEÑOR, ¿dónde encuentro tu luz en
mi vida hoy?». Al seguir la caminata, suelo tener claridad y comienzo a
reconocer aquellos tesoros que la polilla y el orín no pueden corromper.
Un tesoro de luz es el amigo que siempre está
dispuesto a escuchar. Otra luz llega de los miembros de la iglesia que, con
corazones compasivos, visitan a los enfermos y a los ancianos. Puedo ver la luz
de DIOS en mi esposa, que ama y cuida a nuestros hijos y nietos. La luz de DIOS
brilla en las sonrisas de los agradecidos que reciben comida en el centro de
distribución de alimentos donde soy voluntario.
A veces las muchas cosas con las que llenamos
nuestras vidas pueden bloquear esa luz que es un verdadero tesoro. Esas cosas
nos puede evitar observar la bondad del SEÑOR que está delante de nosotros.
Cuando esto ocurre, es tiempo de detenerse, bajar la velocidad y centrarse en
buscar la presencia de DIOS en esos lugares cotidianos que transitamos.
Agradezco a nuestro SEÑOR por las
ocasiones en que reconocí los tesoros que DIOS puso delante de mí.
OREMOS: Querido SEÑOR, ayúdanos a verte cada día en quienes
nos rodean y a ser una luz para los demás.
En el nombre de CRISTO, amén.
Sr. William M. Mazmanian (Michigan, EE.UU.)
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