¿Soy fiel
al evangelio en las pequeñas cosas?
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LAS
PEQUEÑAS COSAS
El
Aposento Alto
**Leer
Lucas 16:10-15 (RVC)
LUCAS 16:10 “El que es confiable en lo poco,
también lo es en
lo mucho; y el que no es confiable
en lo poco, tampoco lo es en lo mucho.”
A mi esposo
y a mí nos gusta hacer pan. Seguimos la misma receta, pero cada uno enfoca la
tarea de una manera diferente. Él es meticuloso, mide la temperatura del agua
con un termómetro y la cantidad de harina con una balanza, mientras que yo soy
más descuidada — calculo la temperatura con la mano y las cantidades con una
ojeada. Normalmente sus panes salen mejores que los míos porque esos pequeños
esfuerzos hacen una diferencia. Lo que es la clave verdadera para hacer
pan también
lo es en áreas de mayor importancia, como la ética laboral y la integridad.
Poseer integridad implica cientos de pequeñas acciones a lo largo del tiempo:
elegir admitir un error cuando podría pretender que otro lo cometió, la
disposición para quedarse una hora más para asegurarse que el trabajo esté bien
hecho, o la decisión de no revisar el correo electrónico personal durante las
horas de trabajo
En
el versículo citado hoy, JESÚS dice a los discípulos que la manera en que
tratamos con las pequeñas cosas es una señal de
cómo tratamos las cosas
grandes.
La calidad
de mi pan no me molesta, pero mi manera de prepararlo me llama a examinar la
forma en que encaro otras tareas.
¿Qué
dice de mí el total de mis acciones y
de
la persona que quisiera llegar a ser?
OREMOS: DIOS nuestro, Tú ves todo, conoces todo y nos
acompañas en todo. Ayúdanos a tomar buenas decisiones en todas las
circunstancias. En el amor de JESÚS, amén.
Sra. Teresa Coda (Rhode
Island, EE.UU,)
**Leer Lucas 16:10-15
(RVC)
El que es confiable en lo poco, también lo es
en lo mucho; y el que no es confiable en lo poco, tampoco lo es en lo mucho. Porque
si en el manejo de las riquezas injustas ustedes no son confiables, ¿quién
podrá confiarles lo verdadero? Y si con lo ajeno no resultan confiables, ¿quién
les dará lo que les pertenece? Ningún siervo puede servir a dos señores, porque
a uno lo odiará y al otro lo amará. O bien, estimará a uno y menospreciará al
otro. Así que ustedes no pueden servir a DIOS y a las riquezas.»[a]
Los fariseos, que eran avaros, también escuchaban
estas cosas, y se burlaban de él. Entonces Jesús les dijo: «Ustedes se
justifican a ustedes mismos delante de la gente, pero DIOS conoce su corazón;
pues lo que la gente considera sublime, ante DIOS resulta repugnante.
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