La oración
es un arma indestructible y está al alcance de todos.
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esta meditación,
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
EL ALTO COSTO DE NO ORAR
By
Charles Stanley
ISAÍAS 40:28-31 “¿Acaso no te has enterado? El Señor es el DIOS eterno, creador de los
confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga, y su inteligencia es
insondable. Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil. Aún los
jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero los que
confían en el Señor renovarán sus
fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no
se cansarán”.
El
Padre celestial quiere que sus hijos hablen con Él. Jesús ha extendido una
invitación para que hablemos con DIOS de lo que sea. Él dijo que si tenemos una
necesidad, pidamos; si buscamos respuestas, las tendremos; y si queremos que se
abran oportunidades, toquemos y Él responderá.
Aún
así, hay creyentes que no se comunican con el Señor, excepto en las
emergencias. Descuidar la oración es costoso para el bienestar de la persona. Quienes
no sacan tiempo para DIOS cada día, están en una pendiente resbalosa. Se
deslizan hacia el agotamiento, el desánimo y las dudas, para caer en una
situación que daña su testimonio.
Ciertas
situaciones exigen un precio emocional, físico y espiritual -que llamaremos
cargas-. Esto puede agotarnos si tratamos de soportarlas solos. Pero DIOS no
quiere que tengamos ese peso sobre nuestros hombros.
En
efecto, la Biblia
manda que esas cargas sean puestas en el Señor (Salmo 55.22… Deja tus preocupaciones al Señor, y él te
mantendrá firme; nunca dejará que caiga el hombre que lo obedece). “Bendito sea el Señor… que día tras día sobrelleva nuestras
cargas”, clama David en Salmo 68.19.
Recuerda
que Él está haciendo todo el trabajo para dar un giro a tus circunstancias. Por tanto, no hay necesidad de que tú sigas
llevando esa carga.
Arrastrar
preocupaciones y ansiedades es agotador, porque no estamos hechos para tales
cargas. En el plan de DIOS, Su fuerza llena por completo al creyente. Imagina
los hombros de Jesús sobre los tuyos cargando con tus problemas. La carga no
desaparecerá, pero la sentirás felizmente más liviana si se la entregas al
Señor.
ORACIÓN: DIOS misericordioso, te pido perdón porque he
descuidado mi relación Contigo y porque siempre acudo a Ti cuando estoy en
dificultades. Ayúdame a separar un tiempo en el día para conversar contigo. Gracias
por las muestras de Tu amor. En el Nombre de Cristo Jesús, amén.
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