Nuestro Dios siempre es fiel a su
promesa.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
EL RECORDATORIO
ETERNO
ISAÍAS 49:16 “Yo te llevo grabada en mis manos, siempre tengo presentes tus murallas.“
La
experiencia más dura por la que puede pasar un ser humano es la de afrontar la
pérdida irreparable de la vida de un hijo, de un padre, una madre, un esposo o
esposa, un hermano, un amigo entrañable, de una mascota, etc., etc.
He
visto con mis ojos y también lo he experimentado el dolor que punza el alma de
quien lo sufre.
Madres
que han estado a punto de perder la razón al ver sus brazos vacíos, su vientre
seco. Adolescentes que han perdido hermanos y cuyos ojos se fijan en el
horizonte, como buscando esperanza donde se pierde la visión, ajenos a este
mundo y todo lo que ocurre a su alrededor. Hijitos, niños y no tan niños, cuyas
lágrimas les nublan los ojos haciéndoles perder toda alegría, toda sensación de
protección o seguridad.
El
versículo de hoy es confortador de verdad. Jerusalén, la ciudad de DIOS, tenía
un gran problema: se sentía abandonada y atribulada en medio del dolor.
El
Eterno, el gran Jehová de los ejércitos, parece inclinarse desde el gran
universo y, señalando las palmas de sus
manos, le dice: “Aquí, en este lugar donde me es imposible olvidarme de
ti y no comprender tu sufrimiento, te llevo grabada. Tengo una escultura tuya
en las palmas de mis manos. Delante de mí siempre tengo presente tus muros”.
Los
muros eran el símbolo de protección de una ciudad. La seguridad de la ciudad,
de todo lo que contenía y de sus habitantes y de los moradores de las aldeas
cercanas dependía de la fortaleza de esos muros.
Así
es como el Eterno levanta sus manos, mira sus palmas y sabe si tu estás en
peligro, si estás amenazado, si estás dolorido, si lloras, si esa gran pérdida
–cualquiera que sea- está a punto de destruirte. Al saber esas cosas, actuará
en consecuencia.
Encuentro
interesantes estos pensamientos, que alguien compartió con una mujer que
atravesaba una seria enfermedad: -“Confíe
plenamente en Jesús. El no la dejará ni
la abandonará… tan sólo deje que la paz de Cristo inunde su alma. Sea fiel en
su esperanza, porque Él es fiel en su promesa. Coloque su pobre mano nerviosa
en su mano firme y deje que Él la sostenga y la fortalezca, que la alegre y la
reconforte”-.
Recuerda
que siempre puedes confiar en DIOS, ¡SIEMPRE!
ORACIÓN: Esta noticia me
ha golpeado fuerte, pero te pido las fuerzas que vienen de Ti para que, en
medio de la desesperanza de mi situación actual, pueda confiar en tus promesas
porque Tú estás a mi lado para ayudarme. Por Cristo Jesús. ¡Amén!
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