Mis deudas…
Comparte esta meditación
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA
DEUDA DEL AMOR
Romanos 13:88 “No tengan deudas pendientes
con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo
ha cumplido la ley.”
¿Cuántas tarjetas de
crédito hay en tu billetera o en tu monedero? ¿Cuánta deuda representan?
En los Estados Unidos
de Norte América, según una compañía de consolidación de deudas, la familia
estadounidense promedio tiene 13 tarjetas, y lleva un promedio de 5,800 dólares
en deudas por tarjetas de crédito de mes a mes. Es cómodo usar el plástico,
pero ese DVD o esa cena que acabas de cargar podría terminar costándote 112%
más de lo que te habría costado si hubieses pagado al contado.
Si las tarjetas de
crédito no son tu problema, ¿qué de una enorme hipoteca? ¿Un contrato de
arrendamiento? ¿Las cuotas de pago del automóvil? ¿Los préstamos para los estudios?
La mayoría de las
personas deben algo a alguien, pero siempre hay un final a la vista. Puede que
tome años o incluso décadas, pero si tan sólo seguimos dándole duro, podemos
llegar a tener ese saldo en cero. Es allí hacia donde debemos dirigir nuestros
esfuerzos.
La Biblia nos alienta
diciendo: «No debáis a nadie nada» (Romanos 13:8). Pero hay una excepción. Si sigues leyendo ese versículo verás que
hay una deuda que nunca disminuirá en lo más mínimo: «el amaros unos a otros».
¿Puedes imaginarte
diciéndole a un@ amig@: «Ya te he amado lo suficiente»?
Puede que jamás
digamos esas palabras en realidad, pero algunas veces nuestro lenguaje corporal
y nuestros gestos lo dicen a gritos.
Nos ponemos
malhumorados, aburridos, inquietos, impacientes, de lo más egoístas, molestos porque
no hacen lo que nosotros queremos y aún más, preocupándonos por el amor que las
personas nos deben. Pero cuando se trata de amar, hemos de pagar deudas, no
cobrarlas.
Hay un antiguo himno
que dice que Jesús «se quitó de todo menos de amor». Él cumplió con todas las
obligaciones y redujo nuestro saldo de pecado a cero pagando toda la deuda de
nuestro pecado con su muerte y resurrección.
Pero dejó su cuenta
de amor abierta. Él sigue gastándola en nosotros, no porque nos lo deba, sino
porque Él eligió hacerlo.
Las personas también
necesitan de nuestro amor. Así que, al igual que Jesús, sigamos pagando nuestra
deuda de amor.
ORACIÓN:
Gracias DIOS por las muestras de tu
amor. Gracias por el nuevo día que me das. Gracias por mis padres y hermanos.
Gracias por las bendiciones que recibo diariamente. Gracias por todo. En el
nombre de Cristo Jesus, amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario