Aprovechemos la corrección y el consejo.
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA CORRECCIÓN Y EL CONSEJO
PROVERBIOS 19:20 “Atiende al consejo y acepta la corrección,
y llegarás a ser sabio.”
Si el error
no existiera, no haría falta la corrección ni el consejo. Nadie nace aprendido
y todos vivimos en un constante proceso de aprendizaje. Sólo un necio diría que
ya no tiene más nada que aprender.
Aunque la
sabiduría popular nos dice que “Nadie experimenta
por cabeza ajena”, la experiencia de otros, transmitida mediante un
consejo o una palabra de reprensión, nos es muy valiosa para evitar caer en los
mismos errores que otros han caído.
Es nuestro
orgullo el que impide que las correcciones y los consejos que nos son dados
puedan ser aprovechados al máximo y se puedan convertir en enseñanzas útiles que
aumenten nuestro conocimiento y nuestra sabiduría. De hecho, el orgullo nos
lleva a caer en necedad, pues sólo a un necio se le ocurre ignorar una sabia
enseñanza.
La palabra de
DIOS nos dice: “El
orgullo sólo genera contiendas, pero la sabiduría está con quienes oyen
consejos” y también nos recuerda que: “El que ama la disciplina ama el
conocimiento, pero el que la aborrece es un necio.”
Cuando seamos
corregidos o aconsejados no actuemos con orgullo, pensando que todo lo sabemos
y que más nada nos hace falta.
Escuchemos
con atención lo que se nos está diciendo y analicemos la enseñanza para
determinar dónde fue que nos equivocamos y cómo podemos utilizar la instrucción
para mejorar nuestro comportamiento y desempeño.
Hacer lo
contrario sólo logrará que nos hundamos más en nuestros propios errores e
impedirá que podamos avanzar hacia la madurez espiritual; ciertamente seguiremos
atrapados en nuestra necedad. Agustín de Hipona dijo: “Errar
es de humanos, perseverar en el error es algo diabólico.”
Aprovechemos
la corrección y el consejo para que en vez de hacer lo que a nuestro enemigo le
agrada, podamos hacer lo que verdaderamente le agrada a DIOS. MMC
OREMOS: PADRE CELESTIAL, este día te ruego que quites de mí ese orgullo que
me impide escuchar claramente lo que Tú me quieres decir a través de las
correcciones y consejos que me dan. Ayúdame SEÑOR. Por CRISTO JESÚS, amén.
Te
invito a visitar nuestra página web en la siguiente dirección:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario