Como hijos de DIOS, estamos llamados a
una comunión íntima con ÉL.
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
EL PERDÓN
Y NUESTRA RELACIÓN CON DIOS
Ministerios En Contacto
**Leer Mateo 6:9-15
MATEO 6:12 “Perdónanos nuestras deudas, como
también nosotros perdonamos a nuestros deudores”
Cuando alguien
te hace un mal, ¿cuál es tu mayor preocupación?
La mayoría debemos reconocer que nos preocupamos más por nosotros mismos o por
nuestros seres queridos. Estamos llenos de ira o dolor, y el perdón es lo
último en nuestra mente. Pero, ¿con qué frecuencia
consideramos que la manera en que reaccionamos afectará nuestra relación con DIOS?
A veces,
cuando decimos el Padrenuestro, podemos recitar: “Perdónanos nuestras deudas, como
también nosotros perdonamos a nuestros deudores” (Mateo 6:12) sin pensar mucho en las palabras. Pero los dos versículos
que siguen a esta oración nos recuerdan cuán serio es el perdón.
Si no pasamos
de nuestro dolor y enojo al perdón, entonces DIOS no nos perdonará. Para
quienes nos hemos arrepentido del pecado y por fe recibido a Jesucristo como
nuestro Salvador, todos nuestros pecados han sido perdonados, gracias al pago
sustitutivo de Cristo en la cruz: “Ustedes,
en otro tiempo, estaban muertos espiritualmente a causa de sus pecados y por no
haberse despojado de su naturaleza pecadora; pero ahora Dios les ha dado vida
juntamente con Cristo, en quien nos ha perdonado todos los pecados.” (Colosenses 2:13-14).
Por tanto,
estos versículos en Mateo no pueden significar una pérdida de la salvación,
sino una barrera en nuestra comunión con DIOS causada por el rencor.
Aferrarse al
resentimiento es pecado. Si permitimos que continúe, nuestra comunión con el
Señor se verá interrumpida hasta que confesemos nuestra actitud y la
abandonemos. Entendemos cómo es ésto cuando un niño se niega a obedecer a sus
padres. Aunque su amor por él no ha disminuido, hay un conflicto inconcluso en
su relación.
Como hijos de
DIOS, estamos llamados a una comunión íntima con ÉL. No seamos como niños
desobedientes que permanecen bajo la disciplina del Padre y, por tanto, pierden
las bendiciones que quiere que tengamos.
OREMOS: Gracias Padre Celestial porque Tú nos
perdonas si en actitud de arrepentimiento te confesamos nuestra actitud y perdonamos
a quienes nos ofenden.
Ayúdame, Señor, para que así sea.
En el nombre de Cristo, amén.
**Leer Mateo 6:9-15
Vosotros, pues, oraréis así:
»“Padre nuestro que estás en los cielos, santificado
sea tu nombre. Venga tu Reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así
también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos metas en tentación,
sino líbranos del mal, porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén”.
Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos metas en tentación,
sino líbranos del mal, porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén”.
»Por tanto, si perdonáis
a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre
celestial; pero si no perdonáis sus ofensas a los hombres, tampoco vuestro
Padre os perdonará vuestras ofensas.
Te invito a visitar nuestra página web en la
siguiente dirección:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario