Conocer
personalmente a nuestra fuente de poder nos da confianza para servir al Rey.
Comparte
esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
ENTRENAMIENTO IN SITU
Nuestro
Pan Diario
**Leer 2
Timoteo 1:6-14
TIMOTEO 1:10-11 “… el evangelio,
del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles.”
Cuando la
maestra de mi hijo me pidió que sirviera de acompañante en el campamento de
ciencia, vacilé. ¿Cómo podría ser un ejemplo cuando mi pasado estaba manchado
de errores; cuando todavía luchaba, tropezaba y caía en antiguos hábitos malos?
DIOS me ayudó a amar y criar a mi hijo, pero, a menudo, dudaba de que me
pudiera utilizar para servir a otros.
A veces,
todavía me cuesta reconocer que DIOS —el Único perfecto y que puede cambiar
vidas—nos transforma con el tiempo. Entonces, el Espíritu Santo me recuerda
cuando Pablo instó a Timoteo a volcarse a su entrenamiento in situ, a
perseverar en la fe y a usar los dones que DIOS le había dado (2 Timoteo 1:6).
Timoteo podía ser valiente porque el SEÑOR, su fuente de poder, lo ayudaría a
amar y ser disciplinado mientras siguiera creciendo y sirviendo a aquellos
dentro de su esfera de influencia (v. 7).
CRISTO nos
salva y nos da poder para honrarlo con nuestras vidas, pero no porque tengamos
cualidades especiales, sino porque somos individualmente miembros valiosos de
su familia (v. 9). Su función es también darnos un propósito que va más allá de
nuestra reducida cosmovisión.
Al seguirlo
cada día, Él nos transforma, mientras nos utiliza para alentar a otros,
hablándoles de su amor y verdad dondequiera que vayamos. — Xochitl Dixon
OREMOS: SEÑOR, gracias por poder
depender de ti.
Por el nombre de Cristo, amén.
**Leer 2
Timoteo 1:6-14 (RVR1960)
Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios
que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios
espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no
te avergüences de dar testimonio e nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino
participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, quien nos
salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según
el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los
tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de
nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la
inmortalidad por el evangelio, del cual yo fui constituido predicador, apóstol
y maestro de los gentiles. Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me
avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para
guardar mi depósito para aquel día. Retén la forma de las sanas palabras que de
mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito por
el Espíritu Santo que mora en nosotros.
Te invito a visitar nuestra página web en la siguiente dirección:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario