Las
provisiones de DIOS son siempre mayores que nuestros problemas.
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esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria.
ALIVIO EN LA ENTRADA
Nuestro
Pan Diario
**Leer
Filipenses 4:10-20
FILIPENSES 4:12 “Sé vivir humildemente, y sé tener
abundancia;
en todo
y por todo estoy enseñado…”
Un día
particularmente cálido, Carmine McDaniel, de ocho años de edad, quiso
asegurarse de que el cartero de su vecindario se mantuviera fresco e hidratado.
Entonces, dejó una nevera portátil con bebidas en la entrada de su casa. La
cámara de seguridad de la familia registró la reacción del cartero: «¡Vaya! Agua y
Gatorade. ¡Gracias, DIOS; gracias!».
La madre de
Carmine dice: «Carmine siente que es su “deber” darle
al cartero bebida fresca, aunque no estemos en casa».
Esta historia
me conmueve, pero también me recuerda que hay Uno que suple todas nuestras
necesidades, como señala el apóstol Pablo. Aunque estaba preso y sin saber qué
le sucedería, expresó su gozo por los cristianos de Filipos, ya que DIOS había
suplido su necesidad mediante la ayuda financiera de éllos. La iglesia de
Filipos no era rica, pero éllos eran generosos, y de su pobreza, daban a Pablo
y a otros (ver 2 Corintios 8:1-4). Al haber
suplido las necesidades del apóstol, DIOS supliría las de éllos «conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús» (Filipenses 4:19).
DIOS suele
enviar ayuda vertical por medios horizontales. Es decir: nos manda lo que
necesitamos mediante la ayuda de otros. Confiar en ÉL para nuestras necesidades
es el secreto de la verdadera satisfacción (vv. 12-13). — Marvin Williams
OREMOS: Señor, gracias por tu provisión.
En el nombre de Cristo, amén.
**Leer: Filipenses 4:10-20
Dádivas de los filipenses
En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis
revivido vuestro interés por mí; ciertamente lo teníais, pero os faltaba la
oportunidad para manifestarlo. No lo digo porque tenga escasez, pues he
aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente
y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar
saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer
necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin embargo, bien
hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros,
filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de
Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino
vosotros únicamente, pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para
mis necesidades. No es que busque donativos, sino que busco fruto que abunde en
vuestra cuenta. Pero todo lo he recibido y tengo abundancia; estoy lleno,
habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis, olor fragante, sacrificio
acepto, agradable a Dios. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme
a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Al Dios y Padre nuestro sea gloria
por los siglos de los siglos. Amén.
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