Queremos que nuestra vida sea puro amor y dulzura,
nada de problemas.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LO IMPORTANTE NO ES HUIR DE LAS TORMENTAS SINO
TENER…
Renuevo de Plenitud
HABACUC
3:17-19 “Entonces me llenaré de alegría a causa
del Señor mi salvador. Le alabaré aunque no florezcan las higueras ni den fruto
los viñedos y los olivares; aunque los campos no den su cosecha;
aunque se acaben los rebaños de ovejas y no haya reses en los establos. Porque el Señor me da fuerzas; da a mis piernas la ligereza del ciervo y me lleva a alturas donde estaré a salvo.”
aunque se acaben los rebaños de ovejas y no haya reses en los establos. Porque el Señor me da fuerzas; da a mis piernas la ligereza del ciervo y me lleva a alturas donde estaré a salvo.”
Las tormentas hacen que los árboles tengan raíces
más profundas. Cuando sales de la tormenta no eres la misma persona
que entró en élla. De éso se tratan las tormentas.
Cuentan que
un día un campesino le pidió a DIOS que le permitiera mandar sobre la
Naturaleza para que -según él – le rindieran mejor sus cosechas.
¡Y DIOS se
lo concedió!
Entonces
cuando el campesino quería lluvia ligera, así sucedía; cuando pedía sol, éste
brillaba en su esplendor; si necesitaba más agua, llovía más regularmente; etc.
Pero cuando
llegó el tiempo de la cosecha, su sorpresa y estupor fueron grandes porque
resultó un total fracaso. Desconcertado y medio molesto le preguntó a DIOS por
qué salió así la cosa, si él había puesto los climas que creyó convenientes.
Pero DIOS le
contestó – “Tú pediste lo que quisiste, más no lo
que de verdad convenía. Nunca pediste tormentas, y éstas son muy necesarias
para limpiar la siembra, ahuyentar aves y animales que la consuman, y
purificarla de plagas que la destruyan…”-
Así nos pasa: queremos que
nuestra vida sea puro amor y dulzura, nada de problemas.
El optimista no es aquel que
no ve las dificultades, sino aquel que no se asusta ante éllas, no se echa para
atrás. Por éso podemos afirmar que las dificultades son ventajas, las
dificultades maduran a las personas, las hacen crecer.
Por éso hace falta una
verdadera tormenta en la vida de una persona, para hacerla comprender cuánto se
ha preocupado por tonterías, por chubascos pasajeros.
LO IMPORTANTE NO ES HUIR DE LAS TORMENTAS, SINO TENER FE Y CONFIANZA EN
QUE PRONTO PASARÁN Y NOS DEJARÁN ALGO BUENO EN NUESTRAS VIDAS.
OREMOS: Padre Celestial. Te doy gracias porque cuando tengo pruebas y
problemas, ahí estás Tú para tomarme de la mano, protegerme y ayudarme. Gracias
por las pruebas de Tu amor.
Gracias mi DIOS, en el nombre de Cristo, amén.
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