Nuestro crecimiento y desarrollo…
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Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
MADURAR
MADURAR
1ª CORINTIOS 3:1 ”De
manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a
carnales, como a niños en Cristo”.
DIOS nos
rescató del reino de las tinieblas, cuando nos convertimos a Cristo, para
crecer, madurar en la fe, y por cierto, para tener la vida eterna.
La vida del
cristiano debe caracterizarse por el crecimiento y desarrollo espiritual. Alguien definió la vida cristiana en tres
etapas: Niñez, juventud y el tiempo de madurez para llegar a ser padres
espirituales. Cada etapa necesita ser
vivida para luego avanzar a la siguiente.
El problema
con la niñez espiritual, (la cual la
Biblia define como carnalidad), es que, si permanecemos mucho
tiempo estacionados en élla, sin corregir aquellas cosas que al Señor no le
agradan, nos perderemos la bendición del crecimiento. Una cosa es hacer
acciones típicas de niño cuando uno es niño, pero si uno ya debiera vivir como
un adulto pero todavía hace cosas de niño, nos daremos cuenta que algo anda
mal.
En la vida
cristiana sucede lo mismo: DIOS nos ha llamado a madurar, a que dejemos el
lenguaje de niños espirituales contaminado con el chisme, la queja, la mentira,
la calumnia, las iras y peleas, por un lenguaje lleno del Espíritu Santo; a que
dejemos actitudes de niños como el guardar rencor, no perdonar, por un corazón
perdonador que bendice aún a sus enemigos.
La niñez
espiritual ha sido diseñada por DIOS para que sólo sea un escalón hacia la
madurez y el crecimiento espiritual. Tú,
¿te has quedado estacionado en la niñez espiritual o estás avanzando hacia la
madurez?
ORACIÓN: Perdóname, Señor, por haberme quedado
estacionado más de la cuenta en la niñez espiritual. Ayúdame a crecer en Tu Camino para que pueda
alcanzar nuevos niveles de fe y madurez espiritual. Te lo pido en el nombre de Cristo, amén.
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