Dios mío…
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Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
DALE
TIEMPO A DIOS
SALMOS 22:
1,2 " Dios mío, Dios mío,
¿por qué me has abandonado?, ¿por qué no vienes a salvarme?, ¿por qué no
atiendes a mis lamentos? 2 Dios mío, día y
noche te llamo, y no respondes; ¡no hay descanso para mí!"
Si tienes un problema muy agobiante, una necesidad muy grande en tu
vida; tal vez el problema es que monopolizas toda la plática con DIOS y no le
estás escuchando a ÉL para nada.
¡Deja de hablar tanto y toma tiempo para escuchar!
Escucha la Palabra de DIOS. Quédate en silencio y deja que ÉL te hable.
Cuando estés en silencio esperando en ÉL, escucharás un susurro, una
suave voz.
Alguien llamó a eso “un impulso divino”, pues es una impresión en tu
corazón indicándote que tienes que hacer algo en particular.
Algunos creen que orar significa seguir pidiendo y pidiendo, seguir
hablando y orando y rogándole al Señor con una gran palabrería y una gran
insistencia para convencerlo de que nos conceda lo que queremos.
Este tipo de oración no demuestra mucha fe, ni confianza en que ÉL va a
responder. Todo lo contrario, demuestra tu falta de fe e incredulidad, pues
dudas que ÉL ya te oyó y que la respuesta está en camino.
Cuando ores, no necesitas seguir pidiéndole lo mismo e insistir con
tantas palabras tratando de expresar lo que quieres. Lo que en verdad necesitas
es seguir ‘creyendo’, y ‘esperando con fe’.
¡Espera que DIOS te responda!
La respuesta está en camino, ¡DIOS responderá!
¿Sabías que el sentido más sublime de la oración no es insistir o
demandar a DIOS?
Es entrar en comunión con ÉL, remontando todo nuestro ser hacia los
cielos y esperando con fe la respuesta divina.
Una palabrita, por Martha Snell-Nicholson: (traducido del Inglés)
A veces no oro con palabras. Tomo mi corazón en mis dos manos, y lo alzo
hacia el Señor … Yo se que ÉL me entiende.
A veces no oro con palabras. mi espíritu se postra a Sus pies, y con Su
mano sobre mi cabeza, nos comunicamos en dulce silencio.
A veces no oro con palabras. Pues estoy cansado y deseo reposar, y mi
corazón encuentra todo lo que anhela, reposando sobre el gentil regazo de mi
Salvador.
Si has orado mucho y aun no recibes la respuesta a tus peticiones y
sientes como si los Cielos están cerrados y ÉL se ha hecho el sordo a tus
ruegos y oraciones, recuerda esto:
Ninguna oración sincera a nuestro
Padre Celestial ha sido ignorada o no ha sido respondida. Pero también es
verdad que DIOS tiene Su tiempo para el cumplimiento de Su propósito. ÉL sabe
lo que es mejor para Sus hijos y a veces usa formas extrañas para
disciplinarnos y enseñarnos y eso lleva tiempo. Dale tiempo a DIOS
ORACIÓN: Padre Celestial, me acerco a Ti para pedirte que me ayudes a salir de
los problemas que me tienen agobiado. Ayúdame Señor. Yo sé que me vas a ayudar y
será de acuerdo a Tu voluntad. En Ti espero. En el nombre de Cristo, amén.
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