Crecer en conocimientos, sabiduría y fe.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
EL PROBLEMA DE LOS EXÁMENES
SANTIAGO
1: 2 “Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse
con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce
constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que
sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada.”
SANTIAGO 1:12
“Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya
resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que DIOS ha prometido a los
que le aman.”
Hay a un profesor que es temido por sus exámenes
difíciles. Algunos estudiantes evitan tomar sus clases a toda costa. Cuando el
da un examen, sus estudiantes ruegan a los otros profesores que no programen
proyectos o exámenes durante esa semana. Se ha sabido de estudiantes que han
salido de los exámenes de este profesor sollozando o que han tirado sus
lapiceros y abandonado el salón de clases luego de dos o tres minutos.
Bueno, no es que el profesor elija dar exámenes
difíciles sólo por ser malvado. El prepara exámenes difíciles y minuciosos para
que sus estudiantes hagan lo que vinieron a hacer a la universidad: ¡aprender! Los está ayudando a prepararse para sus
carreras. Cuando los estudiantes del profesor que da exámenes difíciles
regresan años más tarde, a menudo se les escucha hacer comentarios como éstos: «Aprendí más de el
que de cualquier otro profesor.» «El me preparó para los rigores de la escuela
de postgrado.» «Realmente aprendí a estudiar en sus clases.»
De hecho, los exámenes son buenos para nosotros, desde
calificar para una licencia de conducir hasta graduarse en la escuela de
medicina, como or ejemplo. Si alguien va
a operarme algún día ¡quiero que él o élla tengan las mejores credenciales!
Además, si no tuviéramos exámenes, ¿qué tanto estudiaríamos?
Santiago habló de actitudes hacia
los exámenes (él los llamó pruebas en *Santiago 1:12-18)). No debemos quejarnos de las pruebas que
vienen a nuestra vida. No debemos culpar a DIOS si la situación se pone
difícil. Eso sería como culpar a un profesor porque reprobaste un examen por
el que nunca te molestaste en estudiar.
El Señor utiliza las dificultades para lograr algo
bueno en nuestras vidas. DIOS nos prueba para revelarnos nuestro carácter;
también nos prueba para que crezcamos en conocimiento, sabiduría y fe. A través
de esas situaciones y de las tentaciones identificamos nuestras debilidades y
trabajamos para ser fuertes. Al recordar las pruebas desde la perspectiva de DIOS,
podemos tener una mejor comprensión de éllas ya que nos ayudará a reaccionar
sabiamente en el futuro pues confiaremos en que:
- DIOS controla la duración y la intensidad de mi
prueba;
- ÉL tiene un propósito específico al permitirla;
- Puede producir algo en mí que me está faltando
actualmente;
- Con una actitud de gozo, seré bendecido por
medio de la adversidad;
- ÉL está conmigo en cada paso del camino; y,
- Gracias al poder del Espíritu Santo, saldré
triunfante de esta prueba.
Las pruebas nunca son fáciles, pero al mirar atrás
podemos decir: «Soportar
esa prueba fue algo valioso para mí. He sido bendecido a través de ella».
ORACIÓN: Padre Celestial, gracias
te doy por la vida y las bendiciones que recibo. Gracias Señor por las pruebas
que me mandas. Sé que me van a ayudar tanto física como espiritualmente a ser
mejor cada día. Te lo agradezco en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, amén.
LECTURA BÍBLICA: (*)Santiago 1:12-18
12 Dichoso el hombre que
soporta la prueba con fortaleza, porque al salir aprobado recibirá como premio
la vida, que es la corona que Dios ha prometido a los que lo aman. 13 Cuando alguno se sienta
tentado a hacer lo malo, no piense que es tentado por Dios, porque Dios ni
siente la tentación de hacer lo malo, ni tienta a nadie para que lo haga. 14 Al contrario, uno es
tentado por sus propios malos deseos, que lo atraen y lo seducen.15 De estos malos deseos nace el pecado; y del pecado, cuando llega a su
completo desarrollo, nace la muerte.
16 Queridos hermanos míos, no
se engañen: 17 todo lo bueno y perfecto que se nos da, viene de arriba, de Dios, que
creó los astros del cielo. Dios es siempre el mismo: en él no hay variaciones
ni oscurecimientos. 18 Él, porque así lo quiso, nos dio vida mediante el mensaje de la verdad,
para que seamos los primeros frutos de su creación.
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