miércoles, agosto 24, 2005

AYUDA EN NUESTRA DEBILIDAD

Ayuda en nuestra debilidad.
Bendiciones,
Enio

ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA
Meditación Diaria
por RITCHIE PUGLIESE

DEBILIDAD

ROMANOS 8:26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.(Vers. Reina y Valera) De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras.(Vers. Dios Habla Hoy)

Una de las herramientas más importantes para el cristiano es la oración, y precisamente en esa área es donde más nos cuesta vencer. Decidimos orar con regularidad, apartándonos en algún lugar privado, cuando de repente nos damos cuenta que no sabemos que decir.
¿Nunca te pasó que no sabes cómo empezar o, si lo has hecho, no sabes más que decir? Esto por cierto origina un sentido de frustración, que hace que nos rindamos y decidamos no ser personas triunfadoras en la oración.
Muchos de nosotros pensamos que la oración depende exclusivamente del esfuerzo del cristiano, cuando en realidad vemos que contamos con alguien que nos quiere ayudar: El Espíritu Santo.
El pasaje de hoy nos enseña que el Espíritu de Dios quiere ayudarnos en nuestra debilidad, cualquiera sea. Si nuestra debilidad es la oración ¡Ten por seguro que el Espíritu Santo se hará presente para ayudarnos a glorificar a Dios!. Tú cuando oras no está solo, sino que junto a tí está Aquél que es intercesor por excelencia: El Espíritu Santo.
La vida cristiana no es auto-suficiente sino totalmente dependiente del Poder de Dios. En tu próximo encuentro íntimo con Dios, en oración, no te olvides de invitar al Espíritu Santo a que te ayude a tener un encuentro glorioso de oración y renovación espiritual.


CONFESION DE FE:
EL ESPIRITU SANTO ME AYUDA A ORAR EFICAZMENTE

ORACION:
Señor, gracias por mostrarme en tu Palabra que el Espíritu Santo está dispuesto a ayudarme en mi debilidad al orar. RecuÉrdame, oh Jesús, cada vez que voy a empezar a orar a que le pida a tu Santo Espíritu que sea mi invitado de honor. En Tu nombre. Amén.

No hay comentarios.: