Anhelo la presencia del SEÑOR en mi vida.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
ANHELO DE ESTAR CON EL SEÑOR
SALMO 84:1-2 “SEÑOR
de los ejércitos, ¡cuán grato es habitar en tu templo! ¡Mi alma anhela
ardientemente estar, SEÑOR, en tus atrios! ¡A ti, DIOS de la vida, elevan su canto mi corazón y
todo mi ser!”
No es común que el Fiscal del
condado de Hurón, Michigan, presente cargos contra un niño de 7 años. Pero esta
vez fue diferente.
Hace muchos años, el fiscal tuvo
que acusar a un niño de utilizar ilegalmente un vehículo. En este caso, el
"vehículo" era el automóvil de la familia que el niño manejó a más de
75 km por hora durante 35 kilómetros, hasta que la policía logró pararlo. Los
policías dijeron que, cuando abrieron el auto, el niño, que vive con su mamá y
su padrastro, estaba llorando y decía que quería ir a la casa de su papá.
Tanto añoraba ir con su papá, que
el Fiscal quiso asegurarse que todo estaba bien en la casa donde vivía. De ahí
que presentó los cargos. Es indiscutible que lo que el niño hizo estuvo mal y
puso en peligro tanto su vida, como la de otras personas. Pero todo eso lo hizo
porque tenía un deseo sobrecogedor de ver y estar con su padre.
Podríamos pensar que el salmista,
cuando escribió el texto de más arriba, estaba describiendo el mismo tipo de
relación con el SEÑOR. ¿Cuántas personas realmente anhelan ardientemente estar
en la presencia del SEÑOR? lamentablemente y probablemente no sean
muchas.
Y aunque seguramente sean muchas
las razones para éllo, una de las mayores es que la mayoría nunca se detienen a
pensar en todo lo que el SEÑOR ha hecho por ellos: el amor con que el PADRE ama
incluso a los pecadores desobedientes; el sacrificio del SALVADOR sellado con SU
sangre que paga el precio por nuestros pecados; el llamado paciente y el
aliento constante del ESPÍRITU SANTO, todas estas son señales obvias de la inmensa
gracia de DIOS.
Cada día DIOS nos muestra, en
diversas formas, la intensidad de SU cuidado y SU amor. Al mismo tiempo, a
través de las dificultades, los dolores, los desafíos, las seducciones el mundo
trata de nublar y cubrir la gracia de DIOS para que no la veamos y así nuestras
almas no anhelen el amor de ÉL.
Es por ello que, a través de estas
meditaciones, te animamos a que hagas una pausa y veas si al igual que el niño
de nuestra historia, tú también anhelas la presencia del SEÑOR en tu vida.
Si no tienes el anhelo de estar con
QUIEN te ama más que nadie, entonces es tiempo que medites sobre todo lo que ÉL
te ha dado, sobre SU fidelidad, y SUS bendiciones.
OREMOS:
SEÑOR, ayúdame a apreciar todo lo que has hecho para
salvarme. Acepta mi gratitud y permite que élla aumente día a día.
En el amor
de CRISTO JESÚS, amén.
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