La oración.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
ALGUIEN A QUIEN
HABLAR
Salmo 17:6 “Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh DIOS;
Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.”
La mayoría de las
personas sabe que el gran inventor Thomas Edison era algo sordo. Pero quizá no
sepan que cuando cortejaba a su esposa, el le enseñó el código Morse. De hecho,
Edison se declaró a su esposa repiqueteando la petición en su mano, y élla
aceptó del mismo modo. A lo largo de su matrimonio se hablaban frecuentemente
en código y, cuando salían, la señora Edison mantenía a su esposo al tanto de
la conversación telegrafiándole las palabras.
Aunque ciertamente
apreciamos la habilidad de escuchar, muchos de nosotros todavía echamos de
menos a alguien con quien podamos estar a solas y compartir los pensamientos de
nuestra alma.
Es triste que mucha
gente no se dé cuenta que tienen a DIOS, siempre está presto a escuchar sus
pensamientos más profundos, sus sentimientos más íntimos.
No necesitamos
aprender ningún lenguaje especial ni código para hablar con ÉL. No tenemos que
preocuparnos de que revele a otros nuestros secretos. Ni siquiera tenemos que
pronunciar las palabras.
Todo lo que tenemos
que hacer es hablarle y creer que ÉL, por causa de SU HIJO, nuestro intercesor,
nos escuchará. Ciertamente, jamás hallaremos a nadie que esté tan atento como
nuestro DIOS.
Cuando oramos con
fervor, hablamos al oído mismo de DIOS, y ¡cuán presto está el SEÑOR a
responder a nuestras oraciones!
A lo largo de este día,
te aliento a que le hables. Repiquetea el mensaje de tu corazón y mente, y cree
con regocijo que ÉL te escuchará.
OREMOS: Gracias bendito PADRE por el privilegio de poder
hablar Contigo; porque no sólo escuchas, sino que contestas nuestras
peticiones. Ayúdame a tener paciencia mientras espero TU respuesta
y a sujetar mis deseos a TU Santa e infalible
voluntad.
En el nombre de JESÚS te lo pido, amén.
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