Servir de la misma manera que CRISTO vino a servir.
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Bendiciones,
Enio
Meditación diaria
DEVOLVER EL FAVOR
**Leer Juan 13:3-15
JUAN 13:15 ”Porque
ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”.
“CADENA DE FAVORES” es una película que trata de un niño de
12 años que quiere marcar una diferencia en el mundo. Motivado por un maestro
de su colegio, Trevor invita sin permiso de su mamá, a un hombre sin hogar, a
dormir en su garaje. Ignorante de este arreglo, la madre de Trevor se despierta
una noche por un ruido extraño que había escuchado, para encontrar al hombre
que estaba arreglándole la camioneta. A punta de pistola, ella le exige una
explicación. Él le muestra que ha logrado arreglar la camioneta, y le cuenta
acerca de la amabilidad de Trevor. Le dice: «simplemente
estoy devolviendo el favor».
Creo que esto es lo que JESÚS tenía en mente en una de las
últimas conversaciones con SUS discípulos. Quería mostrarles hasta dónde
llegaba SU amor. Así que, antes de SU última cena juntos, se quitó el manto, se
ciñó una toalla alrededor de la cintura y comenzó a lavarles los pies a SUS
discípulos.
Esto fue algo escandaloso porque sólo los esclavos lavaban los
pies. Era un acto de servidumbre y un símbolo que señalaba el sacrificio, la
pasión y la humillación de JESÚS en la cruz.
Lo que Él les pidió a SUS discípulos fue: «Pues si yo, el Señor
y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies
los unos a los otros» (Juan 13:14).
Debían «devolver el favor». JESÚS estaba enseñándoles la
importancia del servicio a los demás.
Imagina lo diferente que se vería nuestro mundo si
les diéramos a los demás el tipo de amor que DIOS nos ha dado por medio de JESÚS:
servir de la misma manera que CRISTO vino a servir. —MLW
OREMOS: Oh DIOS,
ayúdame a ser como TÚ, a seguir TU ejemplo con mi prójimo y poder servir a los
demás.
Por CRISTO JESÚS, amén.
**Leer Juan 13:3-15
JESÚS
LAVA LOS PIES DE SUS DISCÍPULOS
1 Era antes de la fiesta
de la Pascua ,
y Jesús sabía que había llegado la hora de que él dejara este mundo para ir a
reunirse con el Padre. Él siempre había amado a los suyos que estaban en el
mundo, y así los amó hasta el fin.
2-4 El diablo ya había
metido en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, la idea de traicionar a
Jesús. Jesús sabía que había venido de DIOS, que iba a volver a DIOS y que el
Padre le había dado toda autoridad; así que, mientras estaban cenando, se
levantó de la mesa, se quitó la capa y se ató una toalla a la cintura. 5 Luego echó agua en una
palangana y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la
toalla que llevaba a la cintura.
6 Cuando iba a lavarle
los pies a Simón Pedro, este le dijo: --Señor, ¿tú me vas a lavar los pies a
mí?
7 Jesús le contestó:
--Ahora no entiendes lo que estoy haciendo, pero después lo entenderás.
8 Pedro le dijo: --¡Jamás
permitiré que me laves los pies!
Respondió Jesús: --Si no te los lavo, no
podrás ser de los míos.
9 Simón Pedro le dijo:
--¡Entonces, Señor, no me laves solamente los pies, sino también las manos y la
cabeza!
10 Pero Jesús le contestó:
--El que está recién bañado no necesita lavarse más que los pies, porque está
todo limpio. Y ustedes están limpios, aunque no todos. 11
Dijo: "No están limpios todos", porque sabía quién lo iba a
traicionar.
12 Después de lavarles los
pies, Jesús volvió a ponerse la capa, se sentó otra vez a la mesa y les dijo:
--¿Entienden ustedes lo que les he hecho? 13 Ustedes me llaman Maestro y Señor, y tienen razón, porque
lo soy. 14 Pues si
yo, el Maestro y Señor, les he lavado a ustedes los pies, también ustedes deben
lavarse los pies unos a otros. 15
Yo les he dado un ejemplo, para que ustedes hagan lo mismo que yo les he hecho.
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