El tiempo
dedicado a DIOS en oración nunca es malgastado.
Comparte
esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
UNA
HORA BIEN INVERTIDA
El Aposento
Alto
**Leer
Isaías 46:3-9(DHH)
ISAÍAS 46:4 “Dice el
Señor… yo los sostendré y los salvaré.”
Uno de los recuerdos más vívidos de mi infancia fue
cuando mi madre se retiraba a la sala para orar durante una hora cada día a las
tres de la tarde. Era su tiempo especial y nosotros sabíamos que no debíamos
interrumpirla a menos que fuese algo importante. Aun cuando ya yo no vivía en
casa, si llamaba durante la tarde, papá me recordaba gentilmente que ese era el
tiempo de oración de mamá.
Este tiempo sagrado reveló su relación amorosa y
confiada con DIOS. Mamá dedicaba esa hora a su mejor amigo, no solo
compartiendo con ÉL lo que estaba en su mente, sino escuchando con su corazón
en medio de aquella quietud.
Han pasado muchos años y hoy mamá vive en un hogar
para ancianos. Ya no puede orar como antaño, pero estoy segura de que su
relación con DIOS está más fuerte que nunca. Puedo ver en élla cierta paz y
aceptación que creo es el fruto de sus años de oración.
Mamá es un recuerdo vivo de la promesa de
DIOS, manifestada claramente por el profeta Isaías.
Tengo la certeza de que DIOS jamás
abandonará a mi madre, ni a ninguno de nosotros.
OREMOS: Oh DIOS, ayúdanos a recordar que debemos separar un
tiempo cada día para compartir contigo en oración.
En el amor de Cristo, amén.
Sra. Andrea
Woronick (Connecticut, EE.UU.)
**Leer Isaías 46:3-9(DHH)
3 Óiganme, descendientes de Jacob, todos los que
quedan del pueblo de Israel: Yo he cargado con ustedes desde antes que
nacieran; yo los he llevado en brazos, 4 y seguiré siendo el mismo cuando sean viejos;
cuando tengan canas, todavía los sostendré. Yo los hice, y seguiré cargando con
ustedes; yo los sostendré y los salvaré.
5 ¿Con quién pueden ustedes compararme? ¿A quién
piensan que puedo parecerme? 6 Hay quienes sacan mucho oro de sus bolsas, y
pesan plata en la balanza; luego contratan a un artesano que les haga un DIOS
para inclinarse ante él y adorarlo. 7 Lo cargan sobre los hombros y se lo llevan; lo
colocan sobre un soporte y ahí se queda, sin moverse de su sitio. Por más que
gritan pidiéndole ayuda, no les responde ni puede salvarlos de sus angustias.
8 Recuerden
esto, pecadores, no se hagan ilusiones, piénsenlo bien; 9 recuerden
lo que ha pasado desde tiempos antiguos. Yo soy DIOS, y no hay otro; soy DIOS,
y no hay nadie igual a mí.
Visita nuestra página web en
la siguiente dirección:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario