EL PROCESO DE ENVEJECIMIENTO

El (La) adult@ mayor

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Bendiciones,

Enio

Meditación Diaria

EL PROCESO DE ENVEJECIMIENTO

Nuestro Pan Diario

SALMOS 71: 18 “DIOS mío, no me abandones aun cuando ya esté yo viejo y canoso, pues aún tengo que hablar de tu gran poder a esta generación y a las futuras.”

         Wenceslao nos cuenta que estaba tomando desayuno con un amigo quien acababa de celebrar su cumpleaños número 60.  Hablaban acerca del «trauma» de haber llegado a la «base 6» y de todo lo que implicaba llegar a los 60 años (futura jubilación, seguro social, etc.). También cavilaron acerca del hecho de que se sentía mucho más joven de lo que podría parecer esa semejante edad «avanzada». 

         Luego la conversación dio un giro hacia las lecciones, las alegrías y las bendiciones que él había encontrado en esos 60 años de vida y dijo: -«Tú sabes, no es realmente tan malo.  De hecho, es bastante emocionante»-.  No cabía duda que las lecciones del pasado habían traído consigo un cambio en su manera de ver el presente.

         Así es el proceso de envejecimiento.  Aprendemos de nuestro pasado para vivir nuestro presente… una lección sobre la que el salmista hace esta reflexión: «DIOS mío, tú eres mi esperanza. Desde que era joven puse mi confianza en ti».  Continúa, «Desde antes de nacer ya dependía de ti.  ¡Fuiste tú quien me hizo nacer!  ¡Por eso te alabaré siempre!» 

         Al mirar atrás, el salmista claramente vio la fidelidad de DIOS.  Con confianza en dicha fidelidad, pudo enfrentar el futuro y sus incertidumbres —y nosotros también podemos hacerlo.  Digamos junto con el salmista: «Yo te alabaré... tu verdad cantaré... oh Santo de Israel».  - WEC

A medida que los años se suman,

la fidelidad de DIOS se sigue multiplicando.

ORACIÓN: Señor, gracias porque a través de estos años de vida, cada minuto de cada día Te he sentido a mi lado.  Gracias por mi familia, mis amigos, mi trabajo, mi salud.  Sé que todo es Tuyo y Tú me la has dado para que yo la administre bien.  Gracias por las muestras de Tu amor.  ¡Gracias!  Por Cristo Jesús, amén.