Nuestra total confianza…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
EL EQUILIBRISTA
MATEO 14:29-31 “Ven”,- dijo Jesús. Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua
en dirección a Jesús. Pero al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a
hundirse. Entonces gritó: -“¡Señor,
sálvame!”-.
En seguida Jesús le tendió la mano y,
sujetándolo, lo reprendió: -“Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?”-
El gran
equilibrista había tendido una cuerda desde un borde al otro de un acantilado.
Él se aprestaba a hacer su demostración y la multitud, situada abajo, esperaba
ansiosa.
-“¿Creen que puedo cruzar al otro lado
caminando por la cuerda?”-, preguntó el artista. –“¡Si!”-, contestó la
multitud. Y allá fue el hombre llegando
a la orilla opuesta en medio de los aplausos y el bullicio.
-“¿Creen que puedo cruzar al otro lado llevando
una silla?”-. –“¡Si!”- Se escuchó
nuevamente.
-“Ahora: ¿Creen que puedo cruzar llevando una
persona en la silla?”- preguntó. –“¡Si!”-, nuevamente fue la respuesta. Entonces el artista hizo una invitación:
-“¿Quién es el voluntario para subir a la silla?”-. Se hizo un silencio total. Todos se estremecieron. Todos temieron. Todos
creían, siempre y cuando no estuviera en juego su seguridad personal. En realidad no creían; no confiaban en él.
Una
invitación parecida le hizo Jesús a Pedro.
Jesús lo invitó a venir a ÉL caminando sobre las aguas. Pedro con su carácter impulsivo, acepta. Sin embargo a poco de comenzar a caminar
sintió la fuerza del viento, tuvo miedo y comenzó a hundirse.
–“Hombre
de poca fe”-, le dijo Jesús –“¿Por qué dudaste?”-. Jesús en Su invitación estaba desafiando a
Pedro a confiar plenamente en ÉL, lo estaba desafiando a que deposite su vida
en las manos de ÉL. Si bien Pedro
aceptó, vemos cómo el miedo, su falta de confianza, su débil fe, hizo que
comenzara a hundirse.
En
nuestro día a día, hay cosas que nos provocan miedo: perder el trabajo, la falta
de dinero, el futuro, las enfermedades, los robos, la muerte, etc., etc. Existen muchas cosas que nos desestabilizan y
a veces hasta nos hacen dudar de la protección de DIOS dejándonos más miedosos
todavía.
¿Cuáles son tus miedos? ¿Qué cosas
te hacen dudar de la protección de DIOS?
Jesús no va a desampararte en medio de tus dificultades, jamás Te dejará
sólo porque siempre acude al llamado de Sus seguidores. ¿Tienes motivos para
hacerlo? ¡DIOS te ama! Acepta la invitación que ÉL te hace; pon tu
vida con toda confianza en Sus manos porque ÉL no te dejará caer.
ORACIÓN: Padre Celestial, ayúdame a enfrentar mis miedos
y los momentos difíciles de la vida con la
certeza de que siempre, siempre, tendré Tu compañía. Fortalece mi confianza en Ti
y dame Tu sabiduría. En Cristo Jesús, amén.
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