Jesús es la respuesta.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
BUSCANDO AMOR EN
LUGAR EQUIVOCADO
Renuevo de Plenitud
ECLESIASTÉS 2:1 “Dije yo en mi corazón: “Vamos ahora,
te probaré con el
placer: gozarás de lo bueno.”
Pero he aquí, esto
también era vanidad.”
Cuando
era niño me pasaba mucho tiempo con un juguete que tenía varias piezas de
diferentes formas (cuadradas, triangulares, rectangulares, etc.) la idea del
juego consistía en encajar las piezas correctas en los agujeros correctos. A veces
forzaba y hasta le pegaba a las piezas para que encajaran en el agujero que no
era el correcto.
Ese
juego ilustra perfectamente lo que muchas personas hacen con su vida. Ya que no
importa que tan paciente sea. Que tanta destreza y habilidad estratégica tenga.
No importa que tan fuerte trata de forzarla.
Las piezas y los agujeros tienen que encajar.
Cuando no coinciden el tratar de golpearlas para que encajen solo lo deja a uno
frustrado.
Lo
mismo es verdad con nuestras vidas. Todos tenemos un vacío, un hueco en nuestro
corazón que tiene cierta forma (como las piezas del juguete) de tal manera que
solamente puede ser llenado con un encaje perfecto. Anhelamos ser amados, y
estar satisfechos, pero ese amor y satisfacción deseados deben surgir de cierta
fuente para que tengan ese encaje perfecto.
Nuestro
problema es que muchos buscamos amor y satisfacción para llenar ese vacío en
todos los lugares equivocados. Muchos tratan de llenar ese vacío en su corazón
con cosas que no encajan. Y finalmente éso los lleva a una crisis de identidad.
El
rey Salomón es un ejemplo perfecto de un hombre que buscó en todos los lugares
equivocados. Salomón fue la persona más rica que jamás haya pisado la faz de la
tierra. Salomón tenía cada recurso a su disposición y aún así escribió en su
diario, (el libro de Eclesiastés): “Dije yo en mi
corazón: «Vamos ahora, te probaré con el placer: gozarás de lo bueno»”(Eclesiastés 2:1).
Salomón
probó todo “debajo del sol” para ver si algo podía llenar ese vacío. Y sí que tenía
los recursos para hacerlo. Tenía mansiones, palacios, bienes raíces, jardines,
parques, embalses. Intentó la música y encuentros sexuales.
Tenía
las mejores comidas, el mejor vino, las mejores fiestas y sin embargo al final
de su vida se dijo: «he observado todo cuanto se hace
en esta vida, y todo éllo es absurdo, ¡es correr tras el viento!» (Eclesiastés 1:14) Es como intentar de encajar una pieza cuadrada
en el agujero redondo.
Finalmente, Salomón hizo otra
observación. Llegó a comprender que en lo profundo de nuestros corazones hay un
hueco que solamente puede encajarse con DIOS y solo ÉL. Ni siquiera otra
persona.
Salomón
concluyó en el libro de Proverbios, lo que un hombre y una mujer desean es un
amor que no falle. Salomón tenía razón. Nuestros corazones están buscando un amor infalible. Un
amor que no falle es la única pieza que encaja y satisface nuestros corazones y
aclara nuestra identidad.
Simplemente
debe comprender cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de CRISTO para
tí. Permitir que Su amor infalible capture tu corazón, que ese amor te carcoma
el alma y cuando lo haga, jamás tendrás una crisis de identidad; porque
descubrirás su verdadera identidad. Tú eres un hijo atesorado del DIOS
altísimo. Ésa es tu verdadera identidad.
Como puedes ver, tu corazón lleva la
forma de DIOS, un ajuste perfecto para JESÚS en todos los sentidos. Ningún
corazón es muy grande, ningún corazón es muy pequeño: JESÚS es la respuesta –
se ajusta en todos.
Fuente: Jorge Cota
www.masdelavida.com
ORACIÓN: Padre
Celestial, quiero volver a encontrarte y
que me ayudes a
comprender el gran amor que tienes hacia nosotros,
a través de
Jesucristo, Señor nuestro. En el nombre de Cristo, amén.
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