Nuestro
socorro viene de lo alto, de nuestro DIOS.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
MIRAR
A LO ALTO
El Aposento
Alto
SALMO 121:1-5 “Elevo mis ojos a los montes;
¿de dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene del Señor,
creador del cielo y de la
tierra.
3 El Señor no dejará que resbales; el que te cuida jamás
duerme. 4 Toma en cuenta que nunca duerme el protector de Israel. 5 El Señor es tu
protector; el Señor es como tu sombra: ¡siempre está a tu mano derecha!” (RVR)
La semana estaba terminando. Era una semana difícil
y ya el jueves, me encontraba frente a un embotellamiento de autos. En la
espera comencé a mirar a mi alrededor. Muy próximo a la ruta donde me encontraba
había un grupo de casas, las que estaban en completa sombra con respecto al
sol.
Pero también estaban aisladas por un gran vallado
que hacían unos edificios que obstruían que esas casas pudieran ver la obra
majestuosa que había detrás: la hermosa sierra de Córdoba, Argentina. Estoy
segura que la gente que vivía muy alto en los edificios tenía otra perspectiva
distinta y podían ver ese cuadro de las sierras.
Cuántas veces en nuestras vidas tenemos esos
«edificios» que nos tapan la hermosura de la presencia de DIOS. Éso me había
ocurrido en esta semana — mi madre comenzando su segunda quimioterapia, el
susto que recibí cuando mi hijo dio con un golpe en la cabeza, pero que,
gracias a DIOS, no tuvo mayores consecuencias. Sentí que todo éso obstruía ver a
DIOS.
Para reencontrarnos con DIOS tenemos que
mirar a lo alto, más allá de los «edificios», y experimentar el consuelo de su
gran amor. DIOS nos ayudará a soportar las cargas y
a convertirlas en gloria. Podemos enfrentar la vida y todas sus pruebas
confiando en DIOS como nuestro guía supremo y nuestro socorro.
ORemos: DIOS de Misericordia, gracias porque al mirar a lo
alto recibimos TU socorro.
En el amor de CRISTO, amén.
Sra. Erika Troxler (Córdoba, Argentina)
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