DIOS tiene
tiempo para nosotros siempre.
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esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
HACER FILA PARA RECIBIR AMOR
Nuestro Pan Diario
**Leer Isaías 46:3-10 (RVC)
ISAÍAS 46:4 “Yo los hice, yo los
llevaré.”
A veces, cuando mi perro labrador quiere que le
preste atención, toma algo mío y se pasea delante de mí. Una mañana, mientras
escribía de espaldas en mi escritorio, Max tomó mi billetera y salió corriendo.
Pero cuando se dio cuenta de que no lo había visto, volvió y me presionó
suavemente con su nariz, con la billetera en la boca, los ojos alegres,
moviendo la cola e invitándome a jugar.
Me hizo reír, pero también me recordó mis
limitaciones en cuanto a estar atento a los demás. A menudo, he intentado pasar
tiempo con mi familia y amigos, pero otras cosas ocupan mi tiempo y
pensamientos; y antes de darme cuenta, el día pasó y no demostré amor.
Qué consolador es saber que nuestro PADRE Celestial
es tan grande que puede atendernos a cada uno de manera tan íntima; incluso,
haciendo que nuestros pulmones funcionen durante toda la vida. ÉL promete: «Y hasta la vejez yo
mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y
guardaré» (Isaías 46:4).
DIOS tiene tiempo para nosotros siempre.
Entiende en detalle nuestras circunstancias —no importa cuán complejas o
difíciles sean— y está atento cuando lo invocamos en oración. Nunca
tenemos que hacer fila para recibir el amor ilimitado de nuestro SALVADOR. — James Banks
OREMOS: SEÑOR, gracias porque siempre tienes tiempo
para mí. Que viva cada momento Contigo.
En el amor de CRISTO, amén.
**Leer
Isaías 46:3-10 (RVC)
3 «Escúchenme ustedes, los de la casa de Jacob, y
todo el resto de la casa de Israel; ustedes, que han sido llevados desde que
estaban en el vientre, sustentados desde que estaban en la matriz: 4 Yo mismo los seguiré llevando, hasta que estén viejos y canosos. Yo
los hice, yo los llevaré. Yo los apoyaré y los protegeré.
5 »¿A quién me asemejarán? ¿Con quién me
igualarán y compararán? ¿Con quién me harán semejante? 6 Unos sacan oro de su bolsa, y pesan plata en la balanza; contratan a
un platero para que les haga un dios con eso, y luego se arrodillan y lo
adoran. 7 Lo llevan sobre los hombros, lo colocan en un
lugar, y allí se queda, sin moverse de su sitio. Le gritan, y no responde, ni
tampoco los libra de su angustia.
8 »Recuerden esto, gente pecadora; sientan
vergüenza y recapaciten. 9 Recuerden los primeros sucesos de antaño,
porque yo soy Dios, y no hay otro. ¡Nada hay semejante a mí! 10 Yo anuncio desde un principio lo que está por venir; yo doy a conocer
por anticipado lo que aún no ha sucedido. Yo digo: “Mi consejo permanecerá, y
todo lo que quiero hacer lo haré.”
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