A pesar de
que somos imperfectos, es con nosotros que DIOS construye su iglesia.
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Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
COMO
EN UN BOSQUE
El Aposento Alto
**Leer Romanos 15:1-7 (DHH)
ROMANOS 15:7 “Así pues, acéptense los unos a los otros, como
también Cristo los aceptó a ustedes, para gloria de DIOS.”
Mientras atravesábamos el bosque en el automóvil,
camino al campamento, iba observando los árboles a la vera del camino. Algunos
tenían ramas secas, otros habían perdido lo más alto de su copa y mostraban
otras ramas retorcidas o con formas extrañas.
Cada uno de los árboles parecía tener alguna
imperfección, pero todos juntos formaban un bosque verde y vibrante, lleno de
vida.
Brindaban sombra para los helechos y orquídeas y un
hogar para animales e insectos, desde mariposas a ciervos. Asimismo, el bosque
nos ofrecía un lugar lleno de paz donde acampar y disfrutar la naturaleza.
Hasta los árboles secos tenían un propósito específico. Al pudrirse se
convertían en el compost que nutre a los retoños.
Aquel bosque me recordó a las personas que
constituimos la iglesia de Cristo. Todos llevamos cicatrices e imperfecciones,
cometemos errores y –sin embargo- podemos conformar algo hermoso.
Podemos llevar perdón a los quebrantados, fortaleza
a quienes son tentados y levantar a los caídos para que ellos mismos, a su
tiempo, puedan hacer lo mismo por nosotros.
En lugar de condenar a quien comete
faltas, podemos ofrecernos a escuchar y tender una mano.
Juntos hemos de ser una comunidad que sirve al Señor y ayuda a quienes padecen
necesidad a la vez que nos fortalecemos unos a otros.
OREMOS: Amado DIOS, ayúdanos a amar a otros así como TÚ nos
amas, a pesar de sus imperfecciones y de las nuestras.
En el amor de CRISTO, amén.
Sra. Susan Thogerson Maas (Oregón, EE.UU.)
**Leer Romanos 15:1-7
SEGUIR EL EJEMPLO DE CRISTO
15 Los que somos fuertes en la fe debemos
aceptar como nuestras las debilidades de los que son menos fuertes, y no buscar
lo que a nosotros mismos nos agrada. 2 Todos
nosotros debemos agradar a nuestro prójimo y hacer las cosas para su bien y
para la edificación mutua. 3 Porque
tampoco Cristo buscó agradarse a sí mismo; al contrario, en él se cumplió lo
que dice la Escritura: «Las ofensas de los que te insultaban cayeron sobre mí.»
4 Todo
lo que antes se dijo en las Escrituras, se escribió para nuestra instrucción,
para que con constancia y con el consuelo que de ellas recibimos, tengamos
esperanza. 5 Y
DIOS, que es quien da constancia y consuelo, los ayude a ustedes a vivir en
armonía unos con otros, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, 6 para que todos juntos, a una sola voz,
alaben al DIOS y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
7 Así pues, acéptense los unos a los otros,
como también Cristo los aceptó a ustedes, para gloria de DIOS.
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