Cuando
tienes paz interior…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
EL SABIO MAESTRO Y EL RÍO
Todomail
JUAN
14:27 “ La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como
el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.”
Una pequeña y bella enseñanza sobre
lo que realmente se necesita para alcanzar la verdadera paz mental. Aunque esta
historia parece simple al principio, su mensaje nos incita a pensamientos y
reflexiones.
Un día un anciano y sabio maestro, caminó desde una ciudad
hacia la siguiente con algunos de sus alumnos.
Durante el camino se detuvieron a descansar cerca del río.
El anciano maestro se acercó a uno de sus alumnos y le dijo:
“Estoy sediento. ¿Me traes un poco de agua del río?”
El estudiante obedeció y fue hacia el río. Cuando llegó al
río ahí había gente lavando sus ropas en el agua mientras que un carro lo
cruzaba. El casco del caballo agitaba el fondo y ensuciaba el agua.
“¿Cómo voy a dejar que mi maestro beba esta agua lodosa?
pensó para sí mismo.
Volvió hacia el maestro para decirle que el agua estaba sucia
y que él no pensaba que fuera apta para beber.
Después de media hora el maestro llamó al mismo estudiante y
le pidió un poco de agua. El estudiante obediente volvió al río.
Para su sorpresa, esta vez encontró un lago de agua clara y
limpia. Todo el lodo se había hundido, y el agua estaba apta para ser bebida.
El alumno recogió un poco de agua y volvió hacia el maestro.
El maestro miró el agua, se volvió hacia el estudiante y
dijo:
“Mira lo que has hecho para que el agua esté limpia. Sólo la
dejaste tranquila, el lodo se hundió solo y tú obtuviste agua limpia”.
Tu mente funciona igual. Cuando está
molesta y confusa, debes dejar que pase un tiempo. Date un poco de tiempo,
las cosas se calmarán y se hundirán solas.
Lo mismo se puede decir para la paz
mental. Es un proceso sin esfuerzo. Cuando tienes paz interior, se expande por
fuera y alrededor tuyo, y surge del dejar pasar, de no aferrarse.
¡Que tengas un hermoso día!
OREMOS:
Señor, ayúdame a encontrar la paz interior que sólo Tú puedes dar. En el nombre de Cristo, amén.
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