El creyente que anda en el ESPÍRITU SANTO prefiere los deseos que están
dentro de los límites impuestos por DIOS.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
RESISTIR LOS
APETITOS CARNALES
Misiones En Contacto
**Leer Efesios
2.1-7
EFESIOS 2:1-7 “1Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos
en vuestros delitos y pecados, 2 en los
cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo,
conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en
los hijos de desobediencia. 3 Entre ellos
vivíamos también todos nosotros en otro tiempo, andando en los deseos de
nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos; y éramos
por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios,
que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando
nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia
sois salvos). “
El ESPÍRITU SANTO guía a los creyentes a tomar
decisiones sabias y correctas. Pero cuando los cristianos no escuchan, pueden
elegir seguir lo que corresponde a la carne.
Después de que la serpiente habló a Eva, élla, sin
duda, le dio una buena mirada al árbol de la ciencia del bien y del mal (Génesis
2:17; 3:3, 6). No
importa lo que hubiera pensado antes del árbol, ahora lo veía con nuevos ojos
—con ojos enfocados en la carne. Génesis 3 nos dice que el árbol prohibido atrajo a Eva de tres
maneras: 1) era bueno para comer, 2) agradable a los ojos y 3) codiciable para alcanzar
sabiduría.
Es decir, podía satisfacer tres deseos humanos
legítimos: deseo de comida apetitosa, deseo de belleza y deseo de sabiduría. No
hay nada de malo en estos deseos dados por DIOS. El SEÑOR había creado una
diversidad de alimentos, y una tierra repleta de vistas impresionantes para que
la humanidad pudiera disfrutar de éllas. DIOS también da el ESPÍRITU SANTO como
una fuente de Su verdadero conocimiento y sabiduría. De hecho, es el ESPÍRITU
quien enseña a los creyentes a mantener bajo control y en equilibrio los
apetitos carnales.
Por su parte, Satanás se esfuerza por pervertir los
deseos sanos. Aborrece ver satisfechos los apetitos de las personas. Lo que
quiere es ver que la persona sienta el deseo de tener algo bueno, hasta ser
controlada por el deseo de tenerla.
El diablo se alegra cuando las personas se
convierten en esclavas de un deseo que, en el contexto adecuado, el Señor quiso
que disfrutaran con libertad.
El creyente que anda en el ESPÍRITU SANTO prefiere
los deseos que están dentro de los límites impuestos por DIOS. Es así como
recibimos lo mejor de ÉL.
OREMOS: Padre Celestial. Soy humano, tengo libre albedrío
y soy tentado permanentemente, pero Tú nos has dejado a Tu Espíritu Santo quien
me ayuda a andar y actuar de acuerdo a Tu voluntad.
Señor líbrame del mal. Gracias por las pruebas de Tu
amor.
Te lo pido en el nombre de Cristo, amén.
**Leer Efesios 2:1-7
Salvos por gracia
2 Él os dio vida a vosotros, cuando
estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en
los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo,
conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en
los hijos de desobediencia. 3 Entre ellos vivíamos también todos
nosotros en otro tiempo, andando en los deseos de nuestra carne, haciendo la
voluntad de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de
ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios, que es rico en misericordia,
por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados,
nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos). 6 Juntamente
con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con
Cristo Jesús, 7 para mostrar en los siglos venideros las
abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo
Jesús,
Reina-Valera
1995 (RVR1995)
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