Algunos cristianos nunca se detienen a pensar que
sus decisiones pueden dañar o destruir la fe de otra persona.
Comparte esta
meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
EL CUIDADO DE
NUESTRA CONCIENCIA
Ministerios En Contacto
**Leer 1 Corintios 8:9-13
1 CORINTIOS 8:9 “9 Sin embargo, aunque
tengamos derecho a comer de todo, debemos tener cuidado de no causarles
problemas
a
los miembros de la iglesia que todavía no están
debidamente
instruidos.” (TLA)
Tú ¿cómo tomas tus decisiones? ¿Piensas ante todo
en tus propios intereses? ¿O consideras cómo afectarán tus acciones las
convicciones y las vidas de otros? Desde el momento en que tuvimos fe, todos
hemos tenido que disciplinar nuestra conciencia para que se fortalezca. También
es importante usar el discernimiento para que podamos evitar herir a un
creyente más débil.
Algunos cristianos nunca se detienen a pensar
que sus decisiones pueden dañar o destruir la fe de otra persona. Justifican su
comportamiento diciendo que DIOS no los culpa por éllo. Aunque no se entregan
necesariamente a actos pecaminosos, sus defensas espirituales han crecido lo
suficiente como para permitirles hacer cosas que no habrían hecho en las
primeras etapas de su andar espiritual. Pero estos creyentes no comprenden que
los nuevos creyentes están observando cómo viven su fe. Cuando los “más
débiles” siguen el ejemplo que ven, la nave de su fe puede naufragar por una
conciencia perturbada o confundida, en vez de fortalecida.
Pablo culpa al cristiano “más fuerte” por
estos naufragios. Dice que somos responsables no sólo por nuestras acciones,
sino también por el efecto de esas acciones. Al final, debemos preocuparnos más
por el “aquel miembro de la iglesia… dejará
de creer en Cristo, quien murió por él”, que
por nuestras necesidades o deseos (1 Corintios 8:11).
Puesto que nuestra fe está a la vista de todo
el mundo, DIOS promete recompensas, pero insiste en la responsabilidad. Una de
las recompensas es la libertad de la condenación. Pero esa libertad no
significa licencia para hacer lo que nos plazca sin considerar a quienes nos
observan. Por medio del Espíritu Santo, debemos discernir el bien mayor y
actuar conforme al mismo.
OREMOS: Señor, ayúdame a no ser piedra de
tropiezo para los nuevos creyentes y que todo lo que haga sea de Tu agrado y de
acuerdo a Tu voluntad. En el nombre de Cristo, amén.
**Leer 1 Corintios 8:9-13 (Traducción
en Lenguaje Actual-TLA)
9 Sin embargo, aunque tengamos derecho a comer de
todo, debemos tener cuidado de no causarles problemas a los miembros de la
iglesia que todavía no están debidamente instruidos. 10-11 Supongamos que uno de ustedes va a comer a un lugar
donde se adora a los ídolos, y que lo ve algún miembro de la iglesia que
todavía cree que los ídolos tienen vida. Entonces, aunque bien sabemos que los
ídolos no tienen vida, aquel
miembro de la iglesia va a pensar que está bien adorar ídolos, y dejará de creer en Cristo, quien
murió por él. 12 Cuando le hacemos daño a los miembros de la iglesia
que no saben distinguir entre lo bueno y lo malo, también le hacemos daño a
Cristo. 13 Por eso yo jamás voy a comer algo, si por comerlo
hago que un miembro de la iglesia peque.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario