En lugar de rendirme ante el temor, confiaré en DIOS y oraré
por valor.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA CLAVE PARA SER VALIENTE
El Aposento Alto
**Leer Números 13:26-33
NÚMEROS 13:26-28a “Al volver a Cadés, en el desierto de Parán, se presentaron
ante Moisés y Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel, y les dieron
la información y les mostraron los frutos de la tierra. 27 También les dijeron: 28 Pero la gente que habita esa tierra es fuerte, y las
ciudades son muy grandes y fortificadas;…”
Mi corazón latía fuerte. No
podía dormir. Señor, no puedo hacer ésto. A pesar de que desde hacía semanas me
preparaba para hablar ante una conferencia de mujeres, mi confianza había
desaparecido la noche antes del evento. ¿Y si me
confundo? ¿Y si no les agrado?
Tuve que recordarme que DIOS
me había llamado a hacer exactamente aquello que me daba temor. Oré pidiendo fe
y valor para creer en que DIOS estaría ahí, cualquiera que fuese el resultado. El
miedo es poderoso.
DIOS le dijo a Moisés que
enviase unos hombres a investigar la tierra prometida de Canaán. Cuando los
espías regresaron, afirmaron que de la tierra fluía leche y miel, pero al
compararse con la gente fuerte que habitaba allí dijeron: «No podremos combatir
contra esa gente».
¿Por qué le habrá pedido DIOS a Moisés que explorara aquella tierra? Tal vez, fue así para que creyeran que DIOS cumpliría su promesa más allá de lo que hubiesen visto. Solo éllos vencerían, pero los israelitas se negaban a creer en DIOS.
¿Por qué le habrá pedido DIOS a Moisés que explorara aquella tierra? Tal vez, fue así para que creyeran que DIOS cumpliría su promesa más allá de lo que hubiesen visto. Solo éllos vencerían, pero los israelitas se negaban a creer en DIOS.
¿Dónde está nuestra fe
cuando sentimos temor? O confiamos en que DIOS nos ayudará, o nos concentramos
en nuestras deficiencias.
El secreto para
tener valor reside en recordar
todo lo que el Señor ha
obrado en nuestras vidas,
de modo que
podamos salir adelante llenos de fe.
OREMOS: Eterno DIOS, cuando el temor ante
una situación nos hace retroceder, recuérdanos que Tú eres capaz de hacer mucho
más de lo que nos imaginamos. En el nombre de Cristo, amén.
Sra. Karen Foster (California,
EE.UU.)
**Leer Números 13:26-33
Al
volver a Cadés, en el desierto de Parán, se presentaron ante Moisés y Aarón y
toda la congregación de los hijos de Israel, y les dieron la información y les
mostraron los frutos de la tierra. 27 También les dijeron:28 Pero la gente que habita esa tierra es fuerte, y
las ciudades son muy grandes y fortificadas; además, allí vimos a los hijos de
Anac. 29 Los amalecitas habitan en el Néguev, los hititas,
jebuseos y amorreos habitan en el monte, y los cananeos habitan junto al mar y
en la ribera del Jordán.»30 Caleb pidió al pueblo que se callara delante de
Moisés, y dijo: 31 Pero
los que habían ido con él dijeron: 32 Además, entre los hijos de Israel hablaron mal de
la tierra que habían explorado, y hasta dijeron: 33 Allí vimos también gigantes. Son los hijos de Anac,
esa raza de gigantes. Ante ellos, a nosotros nos parecía que éramos como
langostas; y a ellos también así les parecíamos.
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