Corazón saludable…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
NUESTRO CORAZÓN
PROVERBIOS 4:23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de el mana la
vida”
Lo
que verdaderamente muestra cómo somos, es lo que está dentro de nuestro
corazón. El corazón es como una caja donde guardamos los pensamientos, tanto
los buenos como los malos. Es allí donde viven la esperanza, el amor y las
ganas de vivir, junto con el odio, la envidia, y la maldad. De esa caja es de
donde cada día sacamos los sentimientos que utilizamos.
Una
manera de mantener nuestro corazón saludable, es a través de la lectura de la Palabra de DIOS. En ella
encontramos lo que es bueno para nuestra vida, y agradable a DIOS. Cuando no lo
hacemos, damos lugar a que en nuestro corazón se instalen cosas que no son
buenas, y otras que “creemos” que son buenas, pero no lo son. En Mateo 15:19, Jesús dijo: "Porque del
corazón salen los malos pensamientos, los homiciduis, los adulterios, la
inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias".
Sabiendo
que en nuestro corazón podemos albergar cosas nocivas, DIOS nos dice:
"Dame, hijo mío, tu corazón". A simple vista podemos notar que esta
porción de la Biblia
expresa dos deseos de DIOS. Podemos interpretarlos como mandamientos, pero no
dejan de ser también deseos del Señor.
De
estos dos deseos el primero da como consecuencia al segundo, porque para mirar
por los caminos de DIOS, antes tenemos que entregarle nuestro corazón. No temas
entregarle tu corazón a Jesucristo. Nadie puede cuidarlo mejor que Él, porque
nadie te ama tanto como Él.
DIOS
tiene mucho para hacer dentro de cada uno de nosotros, y espera que nos
entreguemos totalmente a su autoridad. El quiere limpiar nuestros corazones
para que en ellos sólo podamos encontrar cosas buenas.
El
Señor está esperando que lo busquemos, así como lo hizo el Rey David: "Crea en mí,
oh DIOS, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí"
(Salmo 51:10).
Cuando en fe le entregamos a DIOS nuestro corazón a través del poder del
Espíritu Santo, El hace maravillas: fortaleciéndonos contra los ataques del
enemigo, y aumentando nuestro deseo de conocerle y amarle más.
Y
todo eso lo hace a través de su Hijo Jesucristo, quien cargó con nuestros
pecados a la cruz, pagando completamente por ellos con su muerte, y resucitando
victorioso a los tres días para ir a reinar con el Padre en los cielos.
¡Qué
alegría nos da saber que DIOS comprende la condición terminal en que se
encuentran nuestros corazones, y nos da a su Hijo para sanarnos!
El
corazón del hombre que es: el asiento de los afectos y de las pasiones, el
asiento de la sabiduría y del entendimiento, el centro del ser del hombre,
necesita ser transformado, necesita ser consolado, necesita ser resguardado.
Por
eso, hoy, DIOS dice a todos: “Dame, hijo mío, tu corazón”.
ORACIÓN: Padre Celestial, toma mi corazón y házlo nuevo. Haz
que tu luz eterna disipe toda oscuridad en el, y que tu sabiduría y amor llenen
cada momento de mi vida. En el nombre de Jesús. Amén.
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