sábado, enero 08, 2011

UNA ESPERANZA VIVA

Una esperanza viva.
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Bendiciones,
Enio

Meditación Diaria

UNA ESPERANZA VIVA
ISAÍAS 40:31 “pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán”.
¿Dormiste bien la noche pasada? ¿Cómo te sientes? Tal vez no se consigas explicar exactamente el sueño, o a comprender toda la importancia de la necesidad de dormir.
Se sabe, entretanto, que después de cien o ciento veinte horas sin dormir, las personas quedarían como alucinadas……. Después de seis o siete días sin dormir, se sentirían como si estuvieran enloquecidas.
Seguramente, la mayoría de nosotros nunca tuvo esa experiencia, mas si podemos entender lo que significa estar tan cansado a punto de faltarnos las fuerzas y desmayar por las pruebas que se nos presentan. Tal vez tú mismo, o alguien que conoces, esté experimentando eso ahora, y se ha desvanecido toda esperanza.
Cuando Jesús estaba preparándose para morir por nuestros pecados, El estaba terriblemente agotado y muy extenuado. Sobre El estaban pesando mis pecados, los tuyos y los de toda la humanidad. Sintió en un momento que no conseguiría seguir adelante en su misión con toda esa carga que llevaba; entonces dobló sus rodillas en oración, esperó y confió en Su Padre. Sus fuerzas fueron renovadas, y Él fue capacitado para pasar por la crucifixión.
Nuestro Señor Jesús experimentó lo que es sentirse sin coraje y sobrecargado; mas El venció a la muerte, resucitó y prometió fortalecernos con Su poder. Por Su sacrificio, los creyentes hemos nacido a una esperanza viva, y por ello anclamos nuestra esperanza en la sólida roca que es Jesucristo.
La esperanza es una actitud saludable, pues esperar con ilusión lo bueno trae alivio a la mente y al corazón. Por el contrario, encontrarse en un estado de desánimo es una condición terrible. Es abrumador y deprimente pensar que lo que uno está enfrentando no tiene solución. Para la persona que ha perdido toda esperanza, la vida parece un largo y oscuro túnel que no lleva a ninguna parte.
Los creyentes tienen una esperanza que es un ancla para sus almas. Nuestra relación con Jesucristo nos acerca al trono celestial, donde podemos echar todas nuestras cargas ante un Dios todopoderoso. Además, podemos aferrarnos a El en las pruebas que enfrentemos. Por su gran amor, el Señor da fuerza al cuerpo cansado, paz al espíritu ansioso, y consuelo al corazón afligido. Es decir, ilumina ese oscuro túnel y nos guía tiernamente en medio de las situaciones difíciles.
ORACIÓN: Amante Padre Celestial, cuando me sienta débil y sin fuerzas, ayúdame a recordar que Tú eres mi esperanza viva, el ancla de mi alma, y puedo esperar en Ti. Afirma en mi corazón que Tú eres mi único refugio. En el nombre de Jesucristo, Amén.

LECTURA BIBLICA: 1ª PEDRO 1:3-5
3 Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva.4 y recibamos una herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable. Tal herencia está reservada en el cielo para ustedes,5 a quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos.

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