miércoles, enero 12, 2011

COMER RAPIDO Y BARATO

Para pensar y poner en práctica…
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio

Meditación Diaria

COMER RAPIDO Y BARATO
SALMOS 63:1… “mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela,…”

Un hotel en Singapur presentó un anuncio de un menú exprés: ¡Come todo lo que puedas en 30 minutos y paga sólo la mitad del precio!
Después de probarlo, un cliente informó: «Perdí el decoro y me llené la boca con comida en exceso. Me olvidé de mis buenos modales, […] y no tuve hambre el resto del día, ya que el ardor de estómago era terrible».
Me parece que durante nuestro tiempo devocional, a veces tratamos la Palabra de Dios como si fuera un comedor exprés. La engullimos lo más rápido posible y nos preguntamos por qué no aprendimos mucho.
Tal como con la comida física, ¡el alimento espiritual debe masticarse! Los que estamos leyendo diariamente la Biblia, debemos evitar la tendencia a leer con rapidez los pasajes que ya hemos leído muchas veces, pues al hacerlo, no aprovechamos lo que Dios desea mostrarnos. Una señal evidente de esto se observa cuando no aprendemos nada nuevo de esa porción de la Escritura.
El deseo de David era apropiado cuando escribió en el Salmo 119:15: «En tus mandamientos meditaré; consideraré tus caminos». Así debe abordarse la Palabra de Dios: dedicar tiempo para meditar en ella.
No nos acerquemos a la Biblia como si fuéramos a un comedor exprés. La única manera de obtener el máximo beneficio para nuestro bienestar espiritual es meditando en la Palabra de Dios. Leer la Biblia sin reflexionar, es como comer sin masticar.
Termina hoy este devocional orando para que Dios te ayude a obedecerle; a hacer lo que te ha mostrado en Su Palabra
ORACIÓN: Padre nuestro, hoy me acerco a Ti para pedir que me ayudes a leer Tu Palabra pensando y meditando en su significado y en la forma cómo puedo ponerla en práctica. Gracias Señor, en Tu nombre, amén.
LECTURA: Salmo 63:1-8
1 Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta.
2 Te he visto en el santuario y he contemplado tu poder y tu gloria.
3 Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán.
4 Te bendeciré mientras viva, y alzando mis manos te invocaré.
5 Mi alma quedará satisfecha como de un suculento banquete, y con labios jubilosos te alabará mi boca.
6 En mi lecho me acuerdo de ti; pienso en ti toda la noche.
7 A la sombra de tus alas cantaré, porque tú eres mi ayuda.
8 Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene.

No hay comentarios.: