UN NUEVO AÑO HAS COMENZADO...

De ti depende…
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Bendiciones,
EnioMeditación Diaria
UN NUEVO AÑO HAS COMENZADO
Cuando comenzaste este año 2010 era todo tuyo. Te lo puso DIOS en tus manos. Podías hacer de él lo que querías: un poema, una pesadilla, una blasfemia, una oración, etc.
Podías... Pero hoy ya no puedes, ya no es tuyo; ya lo escribiste, ahora es de DIOS. Como si fuera un libro que hubieras escrito te lo va a leer DIOS el día de tu muerte, con todos sus detalles y ya no puedes corregirlo. Ya es tarde... "ha quedado fuera de tu alcance."
Piensa unos momentos ahora que has comenzado un NUEVO AÑO... el año 2011. Antes de empezar tu nuevo libro, toma tu libro viejo y hojéalo despacio. Deja pasar página por página por tus manos y por tu conciencia. Ten el gusto de leerte a ti mismo.
Lee todo. Repite aquellas páginas de tu vida en las que pusiste tu mejor estilo. Lee también aquellas páginas que nunca quisieras haber escrito...
No... No intentes arrancarlas... ya es inútil... ya están escritas... ten el valor de leerlas. Son tuyas, no puedes arrancarlas, pero sí puedes leerlas.
Cuando escribas tu nuevo libro que te han entregdo, te serán útiles las buenas obras que has escrito y las que no te sean útiles... ¡¡NO LAS REPITAS!!
Vas a escribirlo con el instrumento hermoso del libre albedrío sobre la superficie inmensa de tu mundo.
Si tienes ganas de besar tu libro viejo... bésalo; si sientes deseos de reír... ríete con todas tus fuerzas; si tienes ganas de llorar... llora fuerte sobre él; luego ponlo en las manos de DIOS.
No importa cómo esté, aunque tenga páginas negras... entrégaselo y dile sólo dos palabras: “GRACIAS” y “PERDÓN”
Ya se te ha a entregado otro libro nuevo, limpio, en blanco. Es todo tuyo, y en él vas a poder escribir lo que quieras. Estás a tiempo de que sea un libro maravilloso...
Hoy lo tienes en tus manos, y busca la ayuda de nuestro SEÑOR para que todo lo que escribas ahí, sea de SU completo agrado. Amén.
ORACIÓN: Gracias Señor por el nuevo año que me das. Ayúdame para que todo lo que haga sea de Tu agrado. Perdóname Señor por mis errores y pecados, no me dejes caer en tentación y líbrame del maligno. Gracias Señor, gracias por las muestras de Tu amor. En Cristo Jesús, amén.
SALMOS 1:1-3 1 Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni va por el camino de los pecadores, ni hace causa común con los que se burlan de Dios, sino que pone su amor en la ley[a] del Señor y en ella medita noche y día.
3 Ese hombre es como un árbol plantado a la orilla de un río, que da su fruto a su tiempo y jamás se marchitan sus hojas. ¡Todo lo que hace, le sale bien!