domingo, septiembre 07, 2008

ESPIRITU DE COMPASION

Espíritu de compasión
Comparte esta meditación
Bendiciones,
Enio

De NUESTRO ANDAR DIARIO

2 CORINTIOS 1:3-7 Acción de gracias
3 Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues él es el Padre que nos tiene compasión y el Dios que siempre nos consuela. 4 Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que nosotros podamos consolar también a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que él nos ha dado a nosotros. 5 Porque así como los sufrimientos de Cristo se desbordan sobre nosotros y nosotros sufrimos con él, así también por medio de Cristo se desborda nuestro consuelo. 6 Pues si nosotros sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y salvación; y si Dios nos consuela, también es para que ustedes tengan consuelo y puedan soportar con fortaleza los mismos sufrimientos que nosotros padecemos. 7 Tenemos una esperanza firme en cuanto a ustedes, porque nos consta que, así como tienen parte en los sufrimientos, también tienen parte en el consuelo.

ESPÍRITU DE COMPASIÓN
La vida puede tener sus momentos de torpeza, como cuando tú y otra persona llegan a una puerta al mismo tiempo y sucede aquello de: "Pase usted." "No, pase usted." "No, de verdad, pase usted primero."

O cuando te encuentras en un ascensor con la única persona en el mundo a quien no soportas. Te pones incómodo adentro, ¿verdad?

O cuando alguien a quien conoces pierde un ser querido en la familia y tienes que saludar y conversar con esa persona. Puede ser un momento muy torpe para los dos porque en realidad no sabes qué decir.

Y bien, he aquí algunos consejos sobre cómo mostrar que te importa y que tienes un espíritu de compasión. Tienes miedo de decir algo tonto, o de no saber cómo comunicar que te importa y sientes de veras lo que sucede. Hasta podría ser la primera vez que hayas tenido que consolar a alguien.
  • No trates de ser profundo ni de pronunciar un gran discurso. Limítate a ser cálido en tus condolencias y a mencionar que te interesas, que lo sientes y que vas a orar por eso. Podría ser suficiente decir: "No sé qué decir, pero siento mucho lo que te sucede (2 Corintios 1:3-4).
  • Haz ofertas sinceras y prácticas. ¿Te puedo traer algo de comer? ¿Necesitas que te haga algún trabajo? ¿Necesitas que te lleve a algún sitio? Incluso si la persona dice que no, la oferta se agradece.
  • Ten la sensibilidad de que tu visita sea corta.
  • Ten cuidado de no hacer comparaciones. La consolación por comparación, sobre todo al principio, no es bálsamo para la herida.
  • Evita los clichés. Las frases como "él se encuentra en un lugar mejor" o "sólo necesitas tiempo" suenan vacías y sin sentido ante una verdadera aflicción.
  • No dejes de preocuparte por la persona. Después que pasen unos meses, no olvides que el dolor sigue presente (Filipenses 4:10)

Consolar en medio de la desesperación no tiene por qué ser torpe. Con amor y ternura puedes ayudar si tienes un espíritu de compasión. --Dave Branon

ORACIÓN:
Señor, pido tu ayuda y orientación para que en los momentos difíciles que se puedan presentar tenga palabras correctas y atinadas para expresarme dando el consuelo que viene de Ti. Gracias. En el nombre de Cristo, amén.

No hay comentarios.: