Perdonar
es el valor de los valientes.
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esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
Y…
TODAVÍA ME DUELE LA TRAICIÓN
Renuevo
de Plenitud
“Perdonar es el valor de los valientes. Solamente
aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar.”
MATEO 6:14-15 “Si ustedes perdonan a otros el
mal que les han hecho, DIOS, su Padre que está en el cielo, los perdonará a
ustedes. Pero si ustedes no perdonan a los demás, tampoco su Padre los
perdonará a ustedes.” (TLA)
Alguna vez te traicionaron, te
jugaron sucio bien sea en el matrimonio, noviazgo o aún en el trabajo o
ministerio. ¿Te está doliendo la herida? ¿Quieres perdonar y no puedes? ¿Estás
tentado de empezar a pagar con la misma moneda? Lo más seguro es que llegues a
pensar que fuiste un tonto o una tonta, y que eso no te lo vuelven a hacer
nunca más.
Son muchas las historias que
llegan a mi mail:
– Amo a mi esposa pero me
engaño o viceversa.
– Tanto que ayudé a esta persona a
ser lo que es y ahora como me paga, ni me agradece.
– Todo lo que hice por esta
iglesia y ni siquiera una llamada, una visita.
– Era mi mejor amigo o amiga
y ahora anda diciendo cosas que no son ciertas.
– De quien menos esperaba una
traición, no confío en nadie más.
Y la pregunta infaltable: ¿Qué
hago? ¿Y si la/lo perdono y lo vuelve a hacer? Tenemos tres opciones:
Nuestra primera opción es mantener
la distancia, queremos sentirnos protegidos y asegurarnos que no volverá a
lastimarnos. Es la natural.
Nuestra segunda opción es pagar
los platos rotos con personas que no tienen nada que ver con el asunto.
Empezamos a contaminar a otros. Es la carnal.
Nuestra tercera opción es perdonar
y entregar esa herida a DIOS. ÉL es el único que puede sanar, restaurar y
renovar nuestras convicciones y nuestra actitud de servicio y compromiso con
los demás. Es la espiritual.
Espero que hayas escogido la
tercera opción. Si hay alguien que puede entender la traición es Jesús, en Lucas
23:34 dijo: “¡Padre, perdona a toda esta
gente! ¡Éllos no saben lo que hacen!”, así que ÉL entiende
tu dolor y está presto para sanarte y ayudarte en el proceso. Las heridas son
oportunidades para crecer y madurar en la vida.
El perdonar no es una opción, es
una orden divina para poder experimentar libertad en las relaciones y en la
vida. Es un proceso que podría tomar un tiempo donde se busca
re-establecer la confianza y para hacerlo se requiere compromiso de cambios y
responsabilidad.
“Si ustedes perdonan
a otros el mal que les han hecho, DIOS, su Padre que está en el cielo, los
perdonará a ustedes. Pero si ustedes no perdonan a los demás, tampoco su Padre
los perdonará a ustedes.” Mateo
6:14-15 (TLA)
No dejes que las heridas te
limiten en tu potencial, cercenen tus sueños. DIOS puede cambiar tu desierto en
paraíso si estás dispuesto a perdonar, amar y servir sin esperar nada a cambio.
DIOS va a usar tus heridas para bendición de otros.
Cuenta una leyenda india que un
hombre transportaba agua todos los días a su aldea usando dos grandes vasijas,
sujetas en las extremidades de un pedazo de madera que colocaba atravesado
sobre sus espaldas.
Una de las vasijas era más vieja
que la otra, y tenía pequeñas rajaduras; cada vez que el hombre recorría el
camino hasta su casa, la mitad del agua se perdía.
Durante dos años el hombre hizo el
mismo trayecto. La vasija más joven estaba siempre muy orgullosa de su
desempeño, y tenía la seguridad de que estaba a la altura de la misión para la
cual había sido creada, mientras que la otra se moría de vergüenza por cumplir
apenas la mitad de su tarea, aún sabiendo que aquellas rajaduras eran el fruto
de mucho tiempo de trabajo.
Estaba tan avergonzada que un día,
mientras el hombre se preparaba para sacar agua del pozo, decidió hablar con
él:
– Quiero pedirte disculpas ya que,
debido a mi largo uso, sólo consigues entregar la mitad de mi carga, y saciar
la mitad de la sed que espera en tu casa.
El hombre sonrió y le dijo: – Cuando
regresemos, por favor observa cuidadosamente el camino.
Así lo hizo. Y la vasija notó que,
por el lado donde ella iba, crecían muchas flores y plantas.
-¿Ves cómo la naturaleza es más
bella en el lado que tú recorres? comentó el hombre. – Siempre supe que tú
tenías rajaduras, y resolví aprovechar este hecho. Sembré hortalizas, flores y
legumbres, y tú las has regado siempre. Ya recogí muchas rosas para adornar mi
casa, alimenté a mis hijos con lechuga, col y cebollas. Si tú no fueras como
eres, ¿cómo podría haberlo hecho?
Esta vasija tenía una cualidad que
a la vista no era positiva ni agradable, era una herida, sin embargo produjo
buenos resultados porque se mantuvo en la humildad y el perdón. Tú puedes
lograrlo.
Hoy es el mejor día para perdonar
y ser sanado de toda herida. Es tiempo de vivir la vida extraordinaria.
En amor y liderazgo,
Pedro
Sifontes
Coach de Vida
ORACIÓN:
Padre Celestial, ayúdame a perdonar a quienes me han ofendido o me ha hecho
algún mal y perdónalos por el daño que me ha causado. En el nombre de Cristo,
amén.
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