La falsa
creencia de que la vida eterna puede ganarse con nuestros propios esfuerzos.
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Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
¿CÓMO
PODRÉ IR AL CIELO? - EL JOVEN RICO
LUCAS
18:18-23 "Un dignatario le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré
para heredar la vida eterna?
Jesús le
dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo DIOS. Los mandamientos
sabes: "No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso
testimonio; honra a tu padre y a tu madre."
Él dijo:
Todo ésto lo he guardado desde mi juventud.
Al oír
esto, Jesús le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes y dalo a
los pobres, y tendrás tesoro en el cielo: y ven, sígueme. Entonces él, oyendo
ésto, se puso muy triste porque era muy rico."
Tres de los cuatro Evangelios
contienen el relato del joven que hizo una pregunta muy importante a Jesús: "¿Qué haré para heredar la vida
eterna?" (Lucas 18:18). Era
un líder muy rico, y se consideraba un hombre de gran moralidad porque había
guardado los mandamientos de DIOS.
Pero actuaba bajo la falsa
suposición, de que realizar buenas obras hace a una persona digna de la
salvación. Le preguntó a Jesús qué más
tendría que hacer para asegurar su lugar en el cielo, además de todas las cosas
buenas que ya había realizado.
Ésto es lo que yo llamo “el
gran engaño” —la falsa creencia de que la vida eterna puede ganarse con
nuestros esfuerzos—. Si damos crédito a
esta mentira, entonces no entendemos el problema de nuestro pecado, y de cómo
nos separa de DIOS.
La Biblia nos dice que hemos
heredado una naturaleza pecaminosa a partir del primer hombre, lo encontramos
en Romanos 5:12. Desde entonces, la humanidad ha estado en rebeldía contra el
SEÑOR y bajo el juicio divino. No hay nada que podamos hacer para pagar por
nuestro pecado.
Si éste fuera el final de la
historia, seríamos seres sin esperanza. Pero la buena noticia es que el Padre
Celestial reconoció nuestra difícil situación, y misericordiosamente nos
facilitó el camino al cielo: “Jesús le dijo: Yo
soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi.” (Juan 14:6).
Cuando DIOS nos hizo a Su imagen,
nos creó para vivir eternamente. Por éso, aunque nuestro cuerpo terrenal
perecerá, nuestro espíritu no morirá jamás.
La pregunta acerca de la vida
eterna es importante, ya que pasaremos a la eternidad, bien sea con DIOS en el
cielo, o bien en un estado insufrible, separados para siempre de ÉL: “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para
vosotros desde la fundación del mundo.” (Mateo
25:34) “Entonces dirá también
a los de la izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado
para el diablo y sus ángeles,” (Mateo 25:41)
ORACIÓN: Padre Celestial. Bien
dice Tu Palabra que por las obras buenas que hagamos no vamos a ir al cielo,
sino que todo aquel que en Cristo crea tendrá vida eterna e irá al cielo.
Gracias Señor. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, amén.
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