”… llorad con los que lloran.”
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
COMPARTE EN EL DOLOR
2ª CORINTIOS 1:3-4 “Alabado sea el DIOS y Padre
de nuestro
Señor Jesucristo, pues él es el Padre que nos
tiene compasión y el DIOS que siempre nos consuela.
Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos,
para que nosotros podamos consolar también a los que sufren, dándoles el mismo
consuelo que él nos ha dado a nosotros.”
De la forma en que los amigos de Job trataron
de consolarlo aprendemos un principio básico sobre lo que es consolar a los
demás cuando sufren: la capacidad de ayudar, de uno que consuela, no está tanto en su
talento para usar las palabras sino en su capacidad de ser solidario. Ésa
es la comprensión que Job anhelaba cuando sus amigos trataron de corregirlo.
El Dr. Paul Brand ha expresado esta verdad
hermosamente en su libro “LA OBRA MAESTRA DE DIOS”. Él escribe: “Cuando pregunto a mis pacientes -¿quién le ayudó en su
sufrimiento?-, escucho una respuesta extraña e imprecisa”.
La persona a la cual se le hizo la pregunta
rara vez tiene respuestas suaves y una personalidad alegre y efervescente. Generalmente
su respuesta es: -"Alguien que estaba presente cuando lo necesité."- -“Una mano
amiga que tomar”-. -“Un abrazo comprensivo”-. -“Un nudo en la garganta
compartido"-, -"Una sensación de paz"-.
A veces, al esforzarnos tanto para decir lo
correcto olvidamos que el lenguaje de los sentimientos habla mucho más alto que
nuestras palabras. Hay momentos en que lo mejor que podemos hacer es «llorar con los que lloran» (Romanos 12:15).
El primer paso para ayudar a otros en sus
angustias es compartir su dolor. Recuerda… “Alabado
sea el DIOS y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues él es el Padre que nos
tiene compasión y el DIOS que siempre nos consuela. Él nos consuela en todos
nuestros sufrimientos, para que nosotros podamos consolar también a los que
sufren, dándoles el mismo consuelo que él nos ha dado a nosotros.”
OREMOS: Señor, DIOS de Amor, DIOS
de Bondad. Gracias por el nuevo día que me das. Perdona mi forma de reaccionar
ante la angustia y necesidad de mi prójimo. Ayúdame a ser más solidario y a
compartir con los que no tienen. Crea en mí ese espíritu solidario que nos enseñaste
Tú y lo compartió José Martí, en su poema Cultivo una Rosa Blanca: “Cultivo una rosa blanca En
Junio como en Enero,
Para el amigo sincero, Que me
da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
El corazón con que vivo,
Cardo ni ortiga cultivo,
Cultivo una rosa blanca”.
Gracias Señor por las muestras
de Tu amor. Por Cristo Jesús, amén.
Te
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