Nuestra silenciosa presencia en los momentos de dolor de otra persona
dice mucho más que cualquier palabra de consuelo.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
CÓMO SOBRELLEVAR LAS CARGAS DE OTROS
GÁLATAS 6:2-5 “2 Sobrellevad los
unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. 3 El que se cree
ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. 4 Así que, cada uno
someta a prueba su propia obra y entonces tendrá, sólo en sí mismo y no en
otro, motivo de gloriarse, 5 porque cada uno
cargará con su propia responsabilidad.”
Nuestra
silenciosa presencia en los momentos de dolor de otra persona dice mucho más
que cualquier palabra de consuelo. Una viuda afligida, por ejemplo, no necesita
que le hablemos de nuestra propia viudez, sino de un abrazo para que comprenda
que no está sola.
Piensa en las veces que traemos al
SEÑOR nuestras cargas en oración. La simple experiencia de Su presencia nos
quita el peso de los hombros. La respuesta de DIOS a nuestro sufrimiento es una
clara demostración de cuán importante es que escuchemos a nuestro prójimo, y
que sepa que puede contar con nosotros. No importa lo incompetentes que podamos
sentirnos, podemos llevar la carga de un amigo si le acompañamos en su
sufrimiento.
El Espíritu Santo nos indicará el
momento oportuno para hablar, de ser necesarias las palabras. Ésa es nuestra
oportunidad para decir a la persona cómo actuó DIOS en nuestra vida durante un
período de dolor. Cuando le damos al
Espíritu Santo el control, ÉL nos da lo necesario para ministrar a los demás.
Las personas que sufren se aferran a estas historias parecidas como a un
salvavidas, porque les dan esperanza para creer que si DIOS guió a una persona
a través de un valle de sombras, también será fiel guiando a otra.
La compasión que genera el Espíritu
Santo en nosotros puede exigir que demos a nuestro abrumado prójimo otro tipo
de ayuda, incluso material. Es fácil orar por un amigo o contar nuestra
historia a un hermano de la iglesia, pero no podemos limitarnos a estas cosas. Debemos
estar dispuestos a ayudar de la manera que DIOS disponga.
OREMOS: Señor,
Padre Celestial, ayúdame a ser una persona
que lleve el
consuelo y ayuda a las personas que lo necesitan.
En el nombre de
Cristo, amén.
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