LA PAZ DE DIOS

El confiar en DIOS nos mantiene en paz siempre.

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Bendiciones,

Enio

Meditación Diaria

LA PAZ DE DIOS

El Aposento Alto

ISAÍAS 26:3 “Tu guardarás en completa paz a aquél

cuyo pensamiento en ti persevera,

porque en ti ha confiado.” (RVR)

         Hace unos meses tuve la oportunidad de viajar de una ciudad a otra en avión. El avión era pequeño. Al despegar y ganar altitud se empezó a sentir el cambio de presión atmosférica. Sentí un poco de temor. Comencé a orar diciéndole a DIOS: «Por favor que no haya turbulencia, que sea un viaje tranquilo».

         Esta experiencia me hizo reflexionar que nuestra vida es como un viaje. Hay ocasiones en que se nos presentan situaciones imprevistas. Quizá puede ser una enfermedad grave, la pérdida repentina de un ser querido o el perder el trabajo, entre otras. Estas situaciones pueden ser una forma de «turbulencia» en nuestro paso por la vida.

         Lo maravilloso es saber que DIOS está con nosotros siempre, en medio de cada circunstancia y nos da Su paz que sobrepasa todo entendimiento cuando nos acercamos y Le pedimos Su ayuda. DIOS ha prometido estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

Sra. Magdalena Alvarado (Coahuila, México)

ORACIÓN: Amado Dios, gracias por estar con nosotros todos los días

y darnos tu paz que sobrepasa todo entendimiento.

Oramos como nos enseñaste: Padre, santificado sea tu nombre.

Venga tu reino. Danos cada día el pan que necesitamos.

Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos han hecho mal.

No nos expongas a la tentación»  (Lucas 11:2-4, DHH)

(En el nombre de Cristo) Amén.

Léase Isaías 26:1-9(RVR)

En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá: «Fuerte ciudad tenemos; salvación puso DIOS por muros y antemuro. ² Abrid las puertas y entrará la gente justa, guardadora de verdades. ³ Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado.  ⁴ Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová, el Señor está la fortaleza de los siglos. ⁵ Porque derribó a los que moraban en las alturas; humilló a la ciudad enaltecida, la humilló hasta la tierra, la derribó hasta el polvo.  ⁶ Será pisoteada por los pies del afligido, bajo los pasos del necesitado.»