sábado, octubre 08, 2016

LA ESPERANZA EN LA DESESPERANZA

En Jesucristo tenemos una esperanza inmarchitable del cielo
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria 
LA ESPERANZA EN LA DESESPERANZA
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1a PEDRO 1:3-4 "Bendito sea el DIOS y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por Su gran misericordia y mediante la resurrección de Jesucristo nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, para que recibamos una herencia incorruptible, incontaminada e imperecedera. Esta herencia les está reservada en los cielos."
La ciudad de Yingziu, en la Provincia Sichuan de China, luego que fuera sacudida por un terremoto de intensidad 7.9 apenas era reconocible. Parecía no haber esperanza. Un hombre dijo: "No sé qué va a ser de este lugar en el futuro. Este lugar ya no parece apropiado para vivir". Con estas palabras decía lo que muchos otros pensaban. Pero las cosas no siempre son lo que parecen ser, y la esperanza no muere tan fácilmente.
Una semana después del terremoto, un hombre fue rescatado de entre los escombros…. 178 horas, casi 7 días y medio después del terremoto; era un ejecutivo que trabajaba en una planta de electricidad el cual fue rescatado vivo. Contra todas las probabilidades, ese hombre burló a la muerte. Por lo menos por un tiempo. Porque la verdad es que, a pesar de que fue rescatado y de que todos están contentos de verlo vivo, su victoria contra la muerte sólo durará un tiempo.
Un día... quizás pronto, quizás no tanto, la muerte vendrá a buscarlo. Y la próxima vez que venga, no escapará. La muerte vendrá y se apoderará de él de la misma forma que se apodera de toda la humanidad pecadora.
Ésta es la razón por la cual, si queremos tener esperanza, pero esperanza de verdad, esperanza que dura para siempre, tenemos que volvernos a Jesucristo. Como dijo Pedro, Jesucristo nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva. A través de la vida, muerte, y resurrección del Salvador, tenemos una esperanza, una herencia indestructible e incontaminada.
En Jesucristo tenemos una esperanza inmarchitable del cielo. En Jesús recibimos una esperanza que ni siquiera un terremoto de intensidad 7.9 puede sacudir. Por esa esperanza, junto con el Apóstol Pedro podemos decir: "¡Bendito sea el DIOS y Padre de nuestro Señor Jesucristo!" ÉL nos ha hecho vuelto a nacer y nos ha dado una esperanza viva.
ORACIÓN: Amante Padre Celestial, Tú sabes que todo en este mundo pecaminoso es transitorio. Aún la tierra que pisamos puede abrirse. Por ésto queremos darte gracias, porque en la Persona, vida, muerte y resurrección de Jesús, nos has dado una esperanza verdadera, duradera, e indestructible. Ayúdanos para que construyamos nuestras vidas enÉL. En Cristo Jesús. Amén.


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