martes, octubre 04, 2016

¿ESTÁS VIVIENDO CON OPTIMISMO?

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¿ESTÁS VIVIENDO CON OPTIMISMO?
JUAN 5:6-9 ‘‘Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo.”
Hace años un hombre llamado David Gelernter sufrió lesiones permanentes al abrir un paquete explosivo que le envió un individuo conocido como “El Unabomber”. Ha pasado mucho tiempo y Gelernter todavía sufre dolores y molestias cada día de su vida. Sin embargo, él siempre se ha negado a verse a sí mismo como una víctima indefensa y a refugiarse en la autocompasión.
En una ocasión Gelernter escribió: “Si se mueve a una persona a que se vea como víctima de algo (ya sea un delito, la pobreza, la intolerancia, una enfermedad, los prejuicios o la mala suerte), se le hace la carga más pesada".
En el ser humano existe una tendencia a verse a sí mismo como víctima de las injusticias y la maldad de este mundo. Es fácil echarle la culpa a la mala suerte o a las circunstancias por habernos despojado de alguna manera de la oportunidad de ser la clase de persona que deseábamos ser. Cuando actuamos de esta manera vivimos en un estado de conformismo negativo que elimina toda esperanza de mejorar.
En el pasaje de hoy, Jesús hizo una pregunta a un hombre paralítico que estaba acostado junto al estanque de Betesda. Con amante compasión le dijo: “¿Quieres ser sano?” Aquel hombre contestó con un lamento: “Señor, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.” Este hombre llevaba treinta y ocho años enfermo, sin poder caminar. Sin duda había perdido toda esperanza, y en su lugar lo invadía un sentimiento totalmente pesimista. Deseaba ser sano, pero su pesimismo le impedía hacer algo para lograrlo. Jesús entonces, sin tener en cuenta sus quejas, le dijo: “Levántate, toma tu lecho, y anda.” Es como si le hubiera dicho: “Anímate, esfuérzate, deja tu pesimismo y ten fe”. Cuando el hombre obedeció, inmediatamente fue sanado.
Puesto que vivimos en un mundo corrompido por el pecado, sufriremos pruebas y aflicciones. Hay cosas que quizás no podamos cambiar, pero ciertamente muchos obstáculos desaparecerían si aplicáramos esta enseñanza. Escucha atentamente la pregunta que te hace Jesús: “¿Quieres ser sano?” “¿Quieres salir de esa situación en que te encuentras?” “¿Quieres vivir en victoria?” No mires a las circunstancias. El que te habla está muy por encima de éllas. ÉL ha vencido al mundo. No sientas lástima de ti mismo. DIOS puede bendecirte y glorificar Su nombre aunque estés en medio de una terrible prueba. Mira al futuro con optimismo y confía en DIOS. Levántate y marcha adelante en el nombre del Señor. Apóyate en Su fortaleza y actúa en fe. Entonces verás un milagro.
ORACIÓN: Padre Santo, ayúdame a mirarte a en lugar de las circunstancias que me rodean. Pon en mí un espíritu optimista que me anime a vivir confiado en lugar de compadecerme de mí mismo y no hacer nada para mejorar mi vida. Hoy yo declaro que "todo lo puedo en Cristo que me fortalece", y marcho adelante en victoria. En el nombre de Jesús, amén.


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