FELIZ 28 DE JULIO Y QUE VIVA EL PERÚ
DIOS me
ama…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
VICTORIA SOBRE LA CULPA
JUAN
3:16,17 (DHH)
"16 Pues Dios amó
tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no
muera, sino que tenga vida eterna. 17 Porque
Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por
medio de él."
A veces, las personas son
prisioneras de la culpa, mucho tiempo después de que este sentimiento debería
haber sido quitado. Algunas viven, con razón, con ese sentimiento porque se
niegan a abandonar el pecado que lo ocasionó. Mientras tanto, otras sufren el
peso de la falsa culpa porque albergan un sentimiento que no pertenece a éllas.
Cualquiera que sea la causa fundamental de la condena, el plan de batalla sigue
siendo el mismo.
La victoria sobre la culpa
comienza cuando se entiende que Jesucristo llevó nuestra vergüenza a la cruz, y
recibió nuestro castigo. No hay manera de que podamos pagar el precio de
nuestro pecado. Pero sí necesitamos honestamente identificar la fuente de
nuestra culpa y confesarla delante de DIOS. Eso significa aceptar nuestro
pecado. El arrepentimiento da un paso más: nos aparta de lo que está mal, y nos
ayuda a hacer lo bueno.
Confrontar la culpa de esta
manera quita el peso de la vergüenza en nuestro corazón, y pone paz y gozo.
Además nos brinda sabiduría para compartir. La franqueza en cuanto a nuestros
errores del pasado, las consecuencias de nuestros errores, las cargas de
culpabilidad, y el perdón, revelan al Señor a quienes están a nuestro
alrededor. DIOS puede llegar a otros que necesitan que sus cadenas de
culpabilidad sean rotas, por medio nuestro.
La batalla para vencer la
culpa no debe aplazarse. La culpa no se irá por sí sola. Ya sea que tu
sentimiento de condena sea verdadero o falso, necesitas ser enfrentado
rápidamente.
Deja de huir, y enfrenta el
origen de tu culpa. Pónle fin a tu cautiverio, y comienza a andar en el gozo.
ORACIÓN: Padre Celestial, gracias por
todas las bendiciones que Tu derramas sobre mi y sobre mis seres queridos. Me
acerco a Ti Señor, para que perdones mis pecados que he cometido. Te prometo no
volver a caer en éllos. Perdóname Señor y úsame de acuerdo a Tu voluntad.
Gracias por las muestras de Tu amor. En el nombre de Cristo, amén.
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