Señor, hazme un instrumento de
tu paz…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
PARA SUAVIZAR EL CORAZÓN
SALMOS
25: 8-10 "El Señor es bueno y justo; él
corrige la conducta de los pecadores 9 y
guía por su camino a los humildes; ¡los instruye en la justicia! 10 Él
siempre procede con amor y fidelidad, con los que cumplen su alianza y sus
mandamientos."
Si tú mantienes una actitud
humilde delante de DIOS, buscándole por medio de Su Palabra, Su presencia
saturará tu corazón y te hará dócil y sensible. Así como una relación
matrimonial puede comenzar a enfriarse si no se dan los pasos para mantenerla
cálida, tu corazón puede endurecerse poco a poco si no buscas acercarte a DIOS.
Tú debes responder con rapidez
y obediencia a todo lo que ÉL te diga que hagas para que tu corazón siga siendo
suave y receptivo. Entonces al Señor le resultará fácil captar tu atención, y
cuando te convenza de pecado, desearás enfrentar el problema de inmediato. Es
por ésto que debemos andar en el Espíritu en todo momento.
Si tú crees que DIOS puede
estar dirigiéndote en cierta dirección, dedica el tiempo necesario para buscar
fervientemente Su voluntad en el asunto, y abras tu corazón para escucharle.
Ten cuidado de no ocuparte de otra cosa distinta a lo que DIOS te llamó a hacer
originalmente.
Sería trágico trabajar
esforzadamente haciendo lo que tú y otros consideran bueno, para descubrir
después que tus esfuerzos se agotaron en lograr algo que no era lo que DIOS
deseaba.
Resistir la voluntad del Señor
equivale a no hacer nada con la vida, lo que te deja con una sensación de
vacío. Nada puede reemplazar la voluntad de DIOS, aún cuando Su plan parezca
difícil o imposible. Pero si tú confías en ÉL con un corazón dispuesto, no hay
límite para lo que DIOS pueda hacer por medio de tu vida.
Dá un paso al frente de
obediencia, y di: “Señor, quiero hacer Tu voluntad, cueste lo que cueste”.
ORACIÓN:
Señor,
a Ti dirijo mi oración. Mi Dios, en Ti confío. Ayúdame a ser un instrumento
Tuyo y todo lo que haga sea de Tu agrado. Te lo pido en el nombre de nuestro
Señor Jesucristo, amén.
Leer SALMOS 25 (DHH)
ORACIÓN PIDIENDO LA DIRECCIÓN DE DIOS
(1a) De David.
25 (1b) Señor, a ti dirijo mi oración; 2 mi Dios,
en ti confío: no dejes que me hunda en la vergüenza. ¡Que no se rían de mí mis
enemigos! 3 ¡Que no sea jamás avergonzado ninguno de los que
en ti confían! ¡Que sean puestos en vergüenza los que sin motivo se rebelan
contra ti!
4 Señor, muéstrame
tus caminos; guíame por tus senderos; 5 guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi
Dios y Salvador. ¡En ti confío a todas horas!
6 Señor, acuérdate
del amor y la ternura que siempre nos has manifestado, 7 pero no
te acuerdes de mis pecados ni del mal que hice en mi juventud. Señor, acuérdate
de mí, por tu gran amor y bondad.
8 El Señor
es bueno y justo; él corrige la conducta de los pecadores 9 y guía
por su camino a los humildes; ¡los instruye en la justicia! 10 Él
siempre procede con amor y fidelidad, con los que cumplen su alianza y sus
mandamientos.
11 Señor,
es grande mi maldad; perdóname, haz honor a tu nombre. 12 Al
hombre que honra al Señor, él le muestra el camino que debe seguir; 13 lo rodea
de bienestar y da a sus descendientes posesión del país. 14 El Señor
es amigo de quienes lo honran, y les da a conocer su alianza. 15 Siempre
dirijo mis ojos al Señor, porque él me libra de todo peligro.
16 Mírame,
Señor, y ten compasión de mí, porque estoy solo y afligido. 17 Mi
corazón se aflige más y más; líbrame de mis angustias. 18 Mira mis
tristezas y trabajos, y perdona mis pecados. 19 Mira cuántos enemigos tengo que sienten por mí un
odio mortal. 20 ¡Cuídame, sálvame la vida! ¡No dejes que me hunda
en la vergüenza, pues en ti busco protección! 21 Que me protejan mi honradez y mi inocencia, pues
en ti he puesto mi confianza.
22 ¡Dios
mío, salva a Israel de todas sus angustias!
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