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Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
HABLANDO DE BARRO
JEREMÍAS 18:4 “Pero la vasija que estaba modelando se le deshizo en las manos; así
que volvió a hacer otra vasija, hasta que le pareció que le había quedado
bien.”
El alfarero moldea con amor su barro. No se precipita.
Quiere que sea perfecto. Incluso antes de que esté hecho sabe cómo será. Tiene
un plan para su creación: será distinto a todas sus otras obras.
¿Qué hace el barro mientras el alfarero lo diseña? ¿Lo
cuestiona? ¿Se queja de lo que se está haciendo? No. El barro se rinde
totalmente al alfarero sabiendo que éste tiene un propósito perfecto en mente. «Porque yo sé los planes que tengo para vosotros —declara el SEÑOR— planes de bienestar y no de calamidad, para
daros un futuro y una esperanza» (Jeremías 29:11).
DIOS siempre hará lo que sea mejor para nosotros, aunque
tengamos que pasar por situaciones difíciles y dolorosas. ÉL es nuestro
alfarero y ÉL nos moldeará. Es decir, que ÉL hará los cambios necesarios en
nuestra vida. El Señor quiere hacer de
nosotros una vasija perfecta, pero sólo la hará si nosotros estamos dispuestos
a permitirle que obre en nosotros; lo hará si no nos importa ser quebrantados
por ÉL. Vale la pena soportar el quebranto, porque después que nos haya
moldeado seremos totalmente de Su agrado. El propósito del Señor es mejorarnos.
Al ser nosotros el barro en Sus manos debemos estar dispuestos a aceptar los
cambios que ÉL haga en nosotros.
Cuando pasemos por situaciones difíciles, de dolor y
quebranto, no debemos de desesperarnos. Recordemos que en las situaciones
difíciles es DIOS quien está obrando para nuestro bien. Permitamos que el Señor nos de una nueva forma, quitando todas las
imperfecciones de nuestra vida. Es reconfortante saber que mi Alfarero me ama,
y que siempre sabe lo que es mejor para mí.
¿Y tú? ¿Estás pasando por una situación difícil? Confía
en DIOS. ÉL sabe lo que hace.
ORACIÓN: Haz lo que quieras de mí, Señor, Tú el
alfarero, yo el barro soy; dócil y humilde anhelo ser, cúmplase siempre en mí
tu querer. En el nombre de Cristo. Amén
LECTURA BÍBLICA: Jeremías 18:1-6
1 Ésta es la palabra del Señor, que vino a Jeremías: 2
«Baja ahora mismo a la casa del alfarero, y allí te comunicaré mi mensaje.»
3 Entonces bajé a la
casa del alfarero, y lo encontré trabajando en el torno. 4 Pero la
vasija que estaba modelando se le deshizo en las manos; así que volvió a hacer
otra vasija, hasta que le pareció que le había quedado bien.
5 En ese momento la
palabra del Señor vino a mí, y me dijo: 6 «Pueblo de Israel, ¿acaso
no puedo hacer con ustedes lo mismo que hace este alfarero con el barro?
—afirma el Señor—. Ustedes, pueblo de Israel, son en mis manos como el
barro en las manos del alfarero.
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